Esta es la época del año en la cual las aves que viven en el norte migran al sur y los banqueros de todas partes vuelan a Washington. Son los días de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de un sinnúmero de países se instalan en Washington para hablar con sus colegas, con los directivos del FMI y del BM y con los banqueros del sector privado.
Para quienes creen que lo que pasa en el mundo se debe a las conspiraciones y maniobras de los ricos y poderosos, este encuentro es una fuente inagotable de especulaciones. Los banqueros que causaron la crisis económica mundial y que, en vez de pagar las consecuencias, se enriquecieron aún más, se reúnen para celebrar sus logros, acordar nuevas estrategias para seguir incrementando sus fortunas y cooptar a los ministros, que en vez de servir al público les sirven a ellos. Esta es la percepción de muchos…