Los manejos de autocartera de ACS, el grupo de constructor y servicios que encabeza el galáctico Florentino Pérez, presidente también del Real Madrid, han sido siempre motivo de polémica, además de quemar tesorería en miles de millones de euros. Los últimos movimientos son especialmente controvertidos, ya que el grupo ha activado las compras cuando dentro de un mes vence el plan de opciones sobre acciones aprobado por la Comisión Ejecutiva el 27 de mayo de 2010, en el que se le concedieron a Florentino Pérez opción de compra de 936.430 acciones a un precio de 34,15 euros por título, y que vence el 30 de abril de este año. La acción de ACS cotizaba ayer a 33,3 euros, acercándose al precio pactado en el plan de opciones.
Florentino Pérez sería el principal beneficiario en el caso de que el 30 de abril el valor de la acción supere los 34,15 euros, ya que lo que sobrepase habría que multiplicarlo por casi un millón. El plan establecía que 6,2 millones de acciones se repartirían de forma muy desigual entre 57 directivos, pues 52 de ellos no superarían en ningún caso las 100.000. El plan era una bicoca cuando se aprobó por el Consejo de Administración, el 25 de mayo de 2010, ya que el precio de ejecución era el mismo al que cotizaba ACS un mes antes (30 de abril), y la mitad podía ejecutarse ya cuatro años después, dejando el resto para el 30 de abril de este año. En definitiva, había cinco años para conseguir que la acción repuntase lo suficiente como para dar un buen pelotazo, en la línea de los de otros programas de retribución de la empresa.
Ocurrió sin embargo que la mala gestión de Florentino Pérez, con patinazos multimillonarios en Iberdrola, energías renovables, entre otros, ha impedido que la acción repuntase a pesar de que el 30 de julio del año pasado, Pérez y el resto del Consejo de Administración activaran la compra de acciones propias cuando la acción cotizaba a 33,37 euros, una cifra muy próxima a la de ejecución de las opciones concedidas, 34,15. Entre el 30 de julio y el 11 de septiembre, ACS compró un millón de acciones netas. Desde esa fecha y hasta el 14 de noviembre, echó mano de la cartera para aumentar las acciones propias en 3,314 millones. La cuenta le sale a millón de acciones al mes. La última oleada de compras declarada en la CNMV el 19 de febrero, recoge otro saldo neto de 1,5 millones de acciones, ya que al igual que en la primera comentada hay que descontarle la amortización a la que se obligó por el dividendo flexible.
Ha pedido permiso a la Junta para lanzar otro plan de incentivos chollo
Se supone que la CNMV impedirá que a lo largo del mes de abril genere autocartera porque no deja de ser un catalizador al alza de la cotización. La actividad con acciones propias de ACS debería haber estado sometida a extrema vigilancia por parte del supervisor bursátil desde hace años debido al tamaño y cuantía de las autocarteras que ha comprado y los ingentes recursos utilizados para dopar la cotización a pesar de los niveles insoportables de deuda que ha tenido, además del alto riesgo de abuso de mercado con información confidencial.
En cualquier caso, le salga finamente bien o mal a Florentino el plan de incentivo de acciones de hace cinco años, el presidente del Real Madrid está dispuesto a darse otra fiesta y no ha tenido ningún reparo en pedir autorización a la Junta de Accionistas que se celebrará a finales de abril, para que el Consejo pueda establecer otro programa de opciones sobre acciones, de hasta el 2% del capital, con el reparto que decida el órgano de administración y ejecutable cinco años después de la fecha en que se acuerde.
Pérez, que se ha hecho multimillonario con la remuneración acumula también 37 millones de pensión
Florentino Pérez se ha hecho multimillonario con los incentivos que ha conseguido en ACS desde el año 1992, y que le han permitido atesorar el 12,5% del capital. El año pasado cobró en metálico 4,58 millones de euros, más 1,36 que le aportaron a su plan de pensiones, que ya acumula 36,7 millones de euros. Hay que recordar que Florentino Pérez llegó a la presidencia porque su antecesor, Jesús Roa, tuvo que dimitir por un cohecho para conseguir una obra en Andalucía. Una mala práctica de siempre en el negocio de la construcción y las concesiones.
Pérez es un maestro en el arte de la persuasión al político de turno, con una capacidad increíble, solo quizás superada por el marqués de Villar Mir, de hacer negocios sí o sí, con el dinero y escudo público siempre presente, con operaciones tan ignominiosas como la de endosar a los ciudadanos 1.400 millones de coste del inservible almacén de gas Castor.
Desde ese centro de poder que es la presidencia del Real Madrid, cuyo palco es el coto de caza recompensas, Pérez ya ni siquiera necesita socios de lujo del capitalismo patrio, como los Albertos o los March, ahora nombra consejeros aliados adjetivados como independientes. Emilio García Gallego, desde sus múltiples cargos relevantes en la política de infraestructuras de la Administración ha mantenido mucha relación con ACS, pero cuela como independiente. De las dos nuevas propuestas, ambos abogados del Estado, la profesión promiscua en materia de puertas correderas y siempre prestos a pleitear contra el Estado, Antonio Botella García, basta decir que es patrono de la Fundación del Real Madrid, por lo que hay que dudar de su independencia, y Catalina Miñarro, también consejera en Mapfre, ha sido presidenta de la asociación de los abogados del Estado y trabajado en las secretarías de la presidencia de la Comunidad de Madrid y la dirección de la asesoría jurídica de Sepi, entre otros.