El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, pidió ayer a sus seguidores no movilizarse hoy, como habían previsto, pero llamó a hacer un nuevo cacerolazo todos los días y cuando tome juramento el presidente electo el próximo viernes. Capriles había convocado a sus seguidores a una marcha frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir el recuento “voto a voto” tras los apretados resultados del domingo. El presidente electo, Nicolás Maduro, anunció que no iba a permitir que la oposición fuera “a llenar de muerte y de sangre” el centro de Caracas.
La fiscalía general de Venezuela aseguró que siete personas murieron y 61 resultaron heridas en medio de protestas y hechos de violencia registrados en el país, mientras que el gobierno responsabilizó a Henrique Capriles de lo sucedido y acusó a Estados Unidos de financiar las marchas opositoras.
El canciller José Manuel García-Margallo aseguró que reconoce a Maduro como “presidente de la república de acuerdo con el ordenamiento constitucional” después de que el Consejo Nacional Electoral venezolano determinara no revisar el conteo de sufragios.
García-Margallo señaló el lunes que la solicitud de Capriles debía resolverse con rapidez, lo que provocó una airada reacción de Venezuela, que llamó a consultas a su embajador en Madrid. Más información.