Cataluña es la primera comunidad autónoma en consultar a sus ciudadanos cómo quieren alimentarse en los próximos cinco años. El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación pone en marcha el proceso de participación para la definición del Plan Estratégico de la Alimentación en Cataluña. Hasta el momento han participado un centenar de ciudadanos y colectivos con 155 propuestas.
Desde la Generalidad de Cataluña se quiere impulsar una estrategia alimentaria de país para el período 2021-2026, que apueste por un sistema alimentario sostenible, competitivo y arraigado en el territorio, que produzca unos alimentos accesibles, saludables y de calidad, reconocidos por los consumidores. Diversos colectivos y particulares han lanzado sus propuestas. Es el caso de Laura Pons que propone un modelo agroalimentario que reduzca el sufrimiento de los animales, basado principalmente en la alimentación a base de plantas con el objetivo de reducir el impacto ambiental y mejorar la salud. También se muestra partidaria de promover la producción local e implementar medidas estrictas en contra del uso de químicos. “Si priorizamos la salud (personal y ambiental) la producción debe ser ecológica, local y basada (principalmente) en productos de origen vegetal. Pido dejar de apoyar la producción con alto impacto ambiental y apostar firmemente por la producción ecológica y de proximidad”, argumenta por su parte clara W.
El colectivo escardar lanza hasta once propuestas. Destaca la dirigida a legislar para que en los comedores escolares, colectividades, y empresas, se vayan a utilizar, en el año 2022, al menos un 50% de productos ecológicos y de proximidad, como elemento imprescindible para impulsar la demanda de tales productos y estimular la transformación del sector agrario y ganadero. También se muestra este colectivo partidario de ‘Ruralizar la ciudad’. Su objetivo pasa por medidas de protección de los suelos agrarios cercanos a las zonas urbanas, para rehacer los vínculos entre población urbana y territorio adyacente y favorecer la soberanía alimentaria a nivel local (por ejemplo figura de Parque Agrario). “Planteamos también legislar para que una parte de la cubierta urbana deba ser cultivable (ver ejemplo de Chicago green roofs) o para introducir especies comestibles en las zonas verdes (ciudades comestibles)”.
Ni carne, ni pesticidas, entre las propuestas presentadas
Bajo el título ‘La reconversión de la ganadería es posible’ Anna Roura busca apoyos explicando que “la opción más sensata es dirigirnos hacia una transición alimentaria, en la que los productos animales vayan desapareciendo de nuestros platos y optar hacia una alimentación recogida directamente de la tierra, sin pesticidas, local, de proximidad y de temporada. Si los ganaderos dejaran de recibir las subvenciones por parte de las administraciones, y debieran hacerse cargo de las tasas ambientales de gestión de los residuos, este sistema sería viable”. También hay propuestas que pretenden fomentar las opciones veganas en los comedores de escuelas, institutos, universidades y hospitales públicos y las que van contra el maltrato animal como excusa para alimentarse.
Desde animales proponen prohibir los sistemas de jaulas de la explotación ganadera intensiva debido a los perjuicios que causa en la salud de los animales y los riesgos para la seguridad alimentaria. Además son partidarios de prohibir prácticas aberrantes que recrean el sufrimiento animal (como aquellas para producir el foie-gras). También exigen la supresión de publicidad institucional poco ética y sin base científica actualizada sobre nutrición y salud (como las recomendaciones de tomar ingentes cantidades de lácteos). Esta entidad también es partidaria de la aplicación de impuestos a cualquier producto cárnico de acuerdo con su impacto ambiental. “Que este dinero recaudado se utilice para subvencionar la restauración y regeneración ecosistémica, así como para promocionar la producción de proximidad de alimentos vegetales. Cuando una granja o empresa sobrepase unos máximos ambientales se le debe prohibir continuar con la producción”.
No a los transgénicos en el campo y en el plato
“No queremos transgénicos ni en el campo ni en el plato”, señala la Asociación La Era, Espacio de Recursos Agroecológicos que es partidaria de la prohibición de la producción y de la importación de OMG para la producción agraria. “Son un instrumento impreciso y peligroso para el control extremadamente lucrativo de los recursos genéticos por parte del gran capital, y no han resuelto ningún problema de la producción o la alimentación. Nunca se ha garantizado la “seguridad” de los OMG. Es necesario que el gobierno catalán inste al español a defender que los nuevos OMG sigan sujetos a la legislación europea sobre transgénicos (Directiva 18/2001)”.
Con el resultado de estos cuestionarios, a lo largo del mes de junio se llevarán a cabo cuatro sesiones de debate en línea (una por cada eje del Plan) para desarrollar propuestas de iniciativas con las personas que participen. Se partirá del trabajo realizado a lo largo de estos meses con los diferentes grupos de trabajo de expertos y técnicos impulsados desde el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. En el apartado de propuestas se pueden ver todas las propuestas de iniciativas realizadas, apoyar las que se consideren más adecuadas y recoger nuevas.