La guerra del tren entre China y Japón parece que puede ser ganada por Pekín, que desveló hace unos días su prototipo de tren magnético, Maglev, que fucinona por magnetismo sin rozamiento con la vía, y puede desplazarse a 600 kilómetros por hora, lo que permitirá unir Shanghai con Pekín, más de 1.300 kilómetros, en solamente tres horas y media. Los chinos apuntan que se comercializará este tren en dos años, mientas que los japoneses no piensan que el suyo esté listo antes de 2027.