Corporate Europe Observatory (CEO) tiene en el punto de mira a Mario Drahgi, presidente del Banco Central Europeo, al que ha denunciado ante el Defensor del Pueblo Europeo por ser miembro del G-30, el grupo de presión de la banca. “El Defensor del Pueblo Europeo hará pública su decisión sobre el caso Draghi en los próximos días. Sólo lo conoceremos poco antes de que suceda”, ha manifestado a La Celosía Kenneth Haar, investigador de esta organización que considera poco ética la pertenencia de Draghi al lobby bancario. Sus denuncias ahondan también en el conflicto de intereses protagonizado por el ex comisario de Salud, John Dalli, con grupos tabaqueros o la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria con la industria química.
Uno de los escándalos más sonados en Bruselas fue el que protagonizó la ex comisaria europea de Investigación y ex primera ministra francesa Edith Cresson, que culminó con la dimisión colectiva del Ejecutivo presidido por Jacques Santer en marzo de 1999. Cresson mantuvo un contrato laboral con un cirujano cercano por más tiempo del que establecía la normativa, lo que provocó que un miembro de la Eurocámara interpusiese una denuncia.
El equipo de CEO critica las lagunas y deficiencias del propio registro de transparencia de Bruselas. En este sentido apoyan la demanda de ALTER-EU, la Alianza para la Transparencia y la Reglamentación Ética de los Lobbies en la UE, que exige la publicación de los nombres de todos los representantes de intereses individuales. Este grupo de investigación, del que forma parte un equipo joven y combativo -incluida la española Belén Balanyá– contaba en 2011 con un presupuesto de 603.325 euros para fiscalizar el comportamiento de los lobbies y de los comisarios en la Unión Europea.
Para ejercer su actividad centrada en denunciar prácticas anómalas y conflictos de interés recibe fondos de varias fundaciones. En los datos aportados al registro de transparencia, donde está inscrita desde el cinco de septiembre de 2008, Corporate Europe Observatory reconoce que los 603.325 euros del presupuesto de 2011 proceden de estas asignaciones: 564.790 euros en subvenciones de varias fundaciones, 25.310 euros de ‘otras aportaciones’, 12.695 euros de otros ingresos, y 530 euros en donaciones. También da cuenta de que ha gastado la mitad de lo presupuestado, un total de 229.680 euros en 2011 en actividades de representación de intereses.
La mayor aportación a este grupo de investigación de lobbies de 199.990 euros le fue concedida por la Fundación Isvara, que otorga donaciones a organizaciones de la sociedad civil que trabajan para poner fin a lo que califica como ‘las insostenibles y destructivas políticas neoliberales que caracterizan el proceso actualmente dominante de la globalización corporativa’. Un total de 198.321 euros corresponden a Adessium, entidad que quiere contribuir a un mundo en el que la gente ‘viva en armonía con los demás y con su entorno’. La tercera aportación más importante de 105.609 euros es de Sigrid Rausing Trust, con sede en Gran Bretaña. Las cantidades más pequeñas son de varias organizaciones cuya identidad viene reflejada en el registro de transparencia.