*Nadia Calviño
Ha tenido lugar en Bruselas un seminario organizado por la Comisión Europea, bajo el título “Crowdfunding, descubriendo su potencial y reduciendo sus riesgos”. Su objetivo es crear un foro abierto para discutir el desarrollo del fenómeno de crowdfunding en Europa, sus ventajas y desventajas, y para explorar los factores que impulsan su crecimiento o los obstáculos al mismo.
El evento fue inaugurado por Michel Barnier, Comisario Europeo de Mercado Interior, y contó con la presencia de panelistas que representan a entidades muy diversas, desde la Red Europea de Crowdfunding hasta reguladores de los mercados financieros europeos y estadounidenses.
Frente a la crisis financiera, económica, y social que continúa afectando a Europa, es obvio que debemos buscar nuevas fuentes de financiación, más diversificadas, duraderas y adecuadas a la economía real y a las necesidades sociales. Es preciso crear un nuevo modelo de crecimiento más innovador, social y sostenible, que apoye en particular a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que son a día de hoy las principales creadoras de empleo y contribuyentes al PIB europeo.
Ante este reto, no podemos pasar por alto la relevancia del crowdfunding, que tiene el potencial para convertirse en un motor del nuevo modelo de crecimiento europeo. En primer lugar, porque puede proporcionar financiación para aquellos proyectos y empresas excluidos de los circuitos de financiación convencional en un momento en que los bancos son reacios a conceder créditos, particularmente a PYMES o proyectos noveles o con un perfil de riesgo elevado.
En segundo lugar, más allá del aspecto puramente financiero, el crowdfunding permite a ciertos innovadores poner a prueba sus ideas con una comunidad de inversores potenciales, que puede generar una base de clientes sólida en el futuro. En este sentido, el crowdfunding es un potente activador de la innovación.
Finalmente, animando a la gente a invertir, incluso cantidades muy pequeñas, en proyectos que cuentan con su apoyo y confianza, ya sean proyectos benéficos o de naturaleza comercial, el crowdfunding puede ayudar a fortalecer la capacidad empresarial y la cohesión social de la Unión.
El fenómeno del crowdfunding está creciendo a un ritmo acelerado, ayudado por Internet y en particular por las redes sociales. Según cifras proporcionadas por empresas que operan en este sector, el importe de los fondos recaudados en el mundo a través de crowdfunding casi se duplicó entre 2011 y 2012, hasta alcanzar más de 2.000 millones de dólares. Una evolución similar se observa en Europa, donde las principales plataformas de crowdfunding recaudaron 735 millones en 2012, que contribuyeron a la financiación de 470.000 proyectos.
Sin embargo, el fenómeno del crowdfunding abarca una gran variedad de modelos y las contrapartidas a las inversiones son de naturalezas muy diversas. Mientras algunos modelos de crowdfunding deben cumplir con la regulación bancaria y financiera, en particular la concerniente a la prestación de servicios de inversión, otras actividades no están sujetas a estos requerimientos, ya sea debido a su naturaleza o por las pequeñas cantidades involucradas.
En este contexto, es importante garantizar que el crowdfunding se desarrolla sobre bases sólidas, en un marco regulatorio adecuado que garantice una buena información y protección a los inversores. En la actualidad, el marco regulatorio del crowdfunding presenta una alta fragmentación en la UE, debido a la heterogeneidad de las normas establecidas a nivel nacional y su interpretación. Por ejemplo, mientras algunos Estados miembros, como Italia, han creado un marco específico de apoyo a las empresas noveles, otros, como Francia, Bélgica y Alemania, simplemente han publicado guías para aclarar cómo se le aplicaría al crowdfunding el marco regulatorio existente.
Por consiguiente, hay que considerar si es preciso promover una mayor coherencia de los marcos nacionales de regulación, en particular en el caso de plataformas con proyectos activos en varios países europeos, para garantizar la apropiada información a los inversores y la protección de la información confidencial publicada por empresas jóvenes e innovadoras.
En conclusión, nuestro objetivo es entender mejor un fenómeno nuevo, en su diversidad, con sus ventajas y sus posibles riesgos. También reflexionar sobre el marco normativo actual y su impacto en las perspectivas de desarrollo del crowdfunding. Aunque es demasiado pronto para saber si este instrumento revolucionará las finanzas, e incluso si continuará en su forma actual, Europa debe contribuir a crear marco adecuado para limitar sus riesgos potenciales y contribuir a que este prometedor fenómeno cumpla sus promesas.
*Director General Adjunto de Mercado Interior y Servicios de la UE.
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