No tiene suerte: después de una década, nuestra Marca-País no termina de encontrar su lugar bajo el sol. Para promocionar nuestras empresas en el mundo, se ha recurrido a todo: Madrid y Barça, Ferrán Adriá, Nadal, Almodóvar, el flamenco, o la moda. Foros como el de Marcas Renombradas han hecho un gran trabajo. Pero, inevitablemente, la asociación de “España” y “Marca”, tenía que ponernos en guardia, y algo metafísicos: ¿qué se quiere vender? ¿qué es España? La cosa ha venido unas veces rodeada de cierta nebulosa conceptual; otras, de escepticismo; hasta se la ha tachado de españolista, o incluso de neoliberal. Artículo completo.