Una resolución parlamentaria de dos políticos europeos, Ramon Tremosa i Balcells, independentista catalán de CiU (en la imagen con Artur Mas y Durán i LLeida), y el demócrata cristiano alemán Andreas Schwab, del Partido Popular Europeo, ha conseguido la aprobación de los eurodiputados para forzar la división en Google, entre el motor de búsqueda y los servicios comerciales. El objetivo es evitar que se convierta en un monopolio (como advirtió el comisario Almunia en su despedida) en detrimento de los competidores. Los eurodiputados aprobaron -con 384 votos a favor, 174 en contra y 56 abstenciones- una propuesta en defensa de los buscadores neutrales e independientes.
Contra los monopolios y por la igualdad
de condiciones en el mercado digital
Tremosa ha realizado una actividad frenética para pararle los pies al gigante norteamericano. Durante su intervención en el Parlamento Europeo ha explicado, como junto a Andreas Schwab, han escuchado los argumentos de los 22 denunciantes oficiales, incluida la organización de consumidores europea. “Google da un trato preferente a sus propios servicios. Este es el tema central: desviar el tráfico desde enlaces rivales. Ahora Google tiene el 90% de la cuota de mercado en muchos Estados miembros de la UE. Las empresas europeas están perdiendo ingresos y las personas despedidas. Los consumidores europeos no están recibiendo la opción más pertinente, debido al tratamiento preferencial de Google de sus propios servicios. No estamos en contra de Google o cualquier otra compañía estadounidense. Estamos en contra de los monopolios, y queremos que la igualdad de condiciones en el mercado digital europeo. Queremos búsqueda justa y neutral en el interés de los consumidores”,concluye el eurodiputado de CiU.
Consultoras de relaciones públicas
tratan de limpiar su imagen
Google gasta un mínimo de millón y medio de euros anuales para acciones de lobby en Europa. Además de contratar consultoras de relaciones públicas cuenta en su staff en Bruselas como lobista con la española María Luisa Jiménez Martín. Como grupo de presión en los últimos meses ha ‘cortejado’ a las autoridades europeas con el anuncio de proyectos que benefician a la economía de la UE, como la promoción del turismo en Grecia y la apertura de un nuevo centro de datos en los Países Bajos. Aunque la resolución de ayer, jueves, tensa las relaciones de la multinacional norteamericana con los gobiernos europeos, desde Google daban por descontada su derrota que califican de ‘voto simbólico’.
El “derecho al olvido”, su gran pesadilla
Pero la gran batalla frontal ahora mismo es el “derecho al olvido”. Google ha recibido más de 170.000 solicitudes para que se eliminen datos de los resultados de búsqueda. Una petición que no sólo afecta a los dominios específicos de cada país como Google.fr, donde están en vigor hoy, sino también al dominio principal Google.com. El gigante también ha tenido que lidiar con la presión política derivada de las quejas de los editores en Europa, incluso de potencia global de medios. El consejero delegado de News Corp, Robert Thompson, afirmó en septiembre pasado que Google es una “plataforma para la piratería”.
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