El Vaticano, a petición del Papa Francisco, acaba de constituir un Observatorio Internacional de Cyberbullismo. Su objetivo no es sólo recoger información, sino ayudar a gobiernos y familias a poner en práctica propuestas concretas contra el bullying, calificada de epidemia mundial. Detrás de su gestación están la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes, impulsada por el Papa y con delegación en España, y la italiana Carolina, que buscan hacer de internet un lugar seguro para niños y jóvenes. Con su puesta en marcha se rinde homenaje a la joven italiana, Carolina Picchio, a quien se dedicó la primera ley Europea contra Cyberbullismo.
En España, el 10% de los estudiantes reconocen sufrir bullying, otro 60% haber sufrido insultos en las aulas y casi un 30% agresiones físicas de compañeros, según el informe Yo a esto no juego de Save the Children. Los datos del Ministerio de Educación son más conservadores: los casos de acoso escolar registrados descendieron a la mitad en 2017. Sin embargo, fueron más crueles y los agresores más perseverantes. Otros informes concluyen que la tercera parte de los menores acosados no explican el problema ni a padres ni a profesores. El resto tarda una media entre 13 y 15 meses en compartir su caso y pedir ayuda. La cuarta parte del acoso se produce en redes sociales, sobre todo a través de mensajes de WhatsApp y en forma de insultos y amenazas.
El observatorio estatal por la convivencia escolar
funciona mal en España
El observatorio estatal por la convivencia escolar, que debe vigilar y coordinar acciones contra el acoso en las aulas en España, se creó en 2007 por el impacto que causó el suicidio del adolescente Jokin, tras sufrir en silencio durante meses los ataques de compañeros de clase. Pasó años sin actividad hasta que en 2016 el ministro de Educación del PP, Íñigo Méndez de Vigo, prometió reactivarlo tras la muerte de otro niño, Diego. A pesar de las promesas, como informó El País, el organismo no se reúne desde 2011. Con la llegada del PSOE al Gobierno se espera su reactivación.
“El Observatorio nace en el Vaticano por que el Papa Francisco fue el primero que salió a hablar con valentía contra este fenómeno que estaba atacando a los jóvenes del mundo entero”, explica José María Del Corral, director mundial de Scholas Occurrentes. Esta fundación tiene su origen en Buenos Aires cuando Jorge Bergoglio era Arzobispo bajo el nombre de “Escuela de Vecinos”, integrando estudiantes de escuelas públicas y privadas, de todas las confesiones religiosas con el fin de educar a los jóvenes como ciudadanos en el compromiso por el bien común. Un total de 5.425 testimonios se han hecho visibles en el Anuario 2017 de Scholas para tratar problemáticas sociales como la discriminación, el bullying, el cambio educativo, la inseguridad y las adicciones.
“Cuando nos dimos cuenta que había mucha falta de profesionalidad en el abordaje de este tema, y no había políticas públicas serias, nació esta idea. No basta un congreso, hay que hacer un Observatorio que genere la información cierta para que a partir de ahí, se puedan generar políticas públicas en los distintos países”, subraya José María Del Corral. Considerado amigo íntimo del papa Francisco, a del Corral lo echaron de siete colegios porque era un niño travieso e inconformista.
Colegios catalanes conectados contra el bullying
En Cataluña más de 50 colegios públicos, concertados, de zonas rurales y urbanas utilizan la herramienta B-Resol para hacer frente a la epidemia del bullying, según informa Crónica Global. El consejero delegado de la empresa, Josep Fígols, confiesa que en 2012 atendió a unos padres que habían perdido a su hijo por el acoso escolar. Así se lo explicaba en su nota de despedida, pero no tenían ni idea de qué le había sucedido. Para saber a qué tipo de bullying se enfrentaba, buscaron ayuda profesional para poder acceder a su memoria digital. Conocer esta realidad le hizo encender las alarmas y empezó a trabajar con sus colaboradores más cercanos para desarrollar un primer B-Resol, que salió al mercado en un momento en que la sensibilidad ante el acoso escolar era mucho menor que la actual.