Tres comisiones del Parlamento Europeo conversarán el lunes en audiencia con el nuevo vicepresidente y comisario de Presupuesto y Recursos Humanos, el alemán Günther Oettinger para examinar la idoneidad de este para el cargo. Las reuniones se prevén calientes una vez que un grupo de las organizaciones civiles (ONG) más relevantes de la Unión Europea hayan pedido en una carta a los eurodiputados que se opongan al nombramiento del comisario, elegido por el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, para que desde enero ocupe el cargo en sustitución de la búlgara Kristalina Georgieva, quien ha sido fichada para el cargo de consejera delegada por el Banco Mundial.
El elegido Oettinger, que antes ocupaba la cartera de la Sociedad y Economía Digital, se espera, en caso de conservar el cargo lo que se presume complicado, que pueda hacer un buen tándem con el poderoso y temido jefe de gabinete de Juncker, el también alemán Martin Selmayr. La elección no parece muy acertada teniendo en cuenta que Oettinger ha estado envuelto en diversas polémicas por sus declaraciones, calificadas de “racistas, sexistas y homófobas” en la carta de las ONG, entre las que destacan Transparencia Internacional, Corporate Europe Observatory, Red Europea contra el Racismo, el lobby de las mujeres europeas, Oxfam y Lobbycontrol.
La opinión del Parlamento Europeo sobre la aptitud de Oettinger para el cargo no es vinculante, pero la portavoz de la Comisión, Natasha Bertaud, ha declarado que será tomada en cuenta por Juncker. El lunes hay un encuentro de los europarlamentarios que integran los comités de control presupuestario y asuntos legales con Oettinger en el que del intercambio de opiniones se podrá inferir si hay repudio o no.
No se entiende que Juncker, también severamente criticado últimamente en los medios de comunicación por su anterior fomento de la opacidad fiscal, haya elegido para este cargo a Oettinger, que fue filmado sin saberlo a finales de octubre del año pasado en un discurso a unos directivos de la compañía alemana AGA, en el que hizo bromas de contenido homófobo y racista al describir el aspecto y las formas de un grupo de directivos de empresa chinos, y que originó una protesta del gobierno de Pekín. La grabación se subió a un plataforma de internet y tuvo un gran impacto.
En noviembre fue de nuevo foco de atención mediática crítica tras desvelarse que había viajado en un avión privado de un empresario alemán, Klaus Mangold, al que se considera cercano al poder de Moscú y es cónsul honorario de Rusia, poco antes de que se debieran ratificar las sanciones comerciales de la UE al gobierno de Putin. En el viaje se dirigieron a Hungría por invitación del primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien ha sido denunciado por organizaciones de derechos humanos por su comportamiento con los refugiados.
Oettinger es el comisario que más se reúne con lobbies empresariales
Oettinger no había declarado en su agenda pública este hecho y la Comisión le sacó la cara alegando que no había vuelos comerciales Bruselas-Budapest para llegar a tiempo, lo que los diputados verdes negaron con pruebas. Además, la Comisión tiene un contrato para que los comisarios puedan volar en aerolíneas privadas cuando sea necesario y sin embargo el comisario elegido por Juncker prefirió ir de invitado de Mangold.
No es extraño que esta acción de lobby encubierto refuerce la postura de las ONG, que en su carta subrayan que “Oettinger no es la persona adecuada para ejemplificar el cumplimiento con las reglas éticas y de transparencia entre los comisarios y el personal de la Comisión” tal como requiere la cartera de Recursos Humanos. Las ONG denuncian también que el 90% de las reuniones de Oettinger son con intereses empresariales, el mayor porcentaje de entre los comisarios.