En el Índice Global de Brecha de Género 2014 de World Economic Forum (WEF), España ocupa el puesto 29 frente al 30 de 2013. Cae, sin embargo, tres puestos sobre 2012 en que ocupaba el puesto 26. Cuando el índice fue creado en 2006, España alcanzó el puesto 11 sobre 115 países. Su mejor registro lo tuvo en 2007 en que ocupó la décima plaza sobre 128 países. Una lectura de los últimos siete años deja en evidencia a nuestro país: registra una caída de 18 puestos, al pasar del puesto 11 al 29 a nivel mundial.
“La austeridad impuesta ha aumentado la desigualdad, especialmente en detrimento de las mujeres”, subraya Rafaela Pastor, presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres. Este fin de semana se celebra la XXV edición de Feminario -espacio de reflexión y debate feminista para avanzar en la consecución de derechos y libertades a las mujeres-, en Córdoba. Se espera la asistencia de más de 270 mujeres de toda España y también de Francia. Desde el Lobby Europeo de Mujeres se subraya como la independencia económica de las mujeres es esencial para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Aunque reconoce que la tasa de empleo de las mujeres (62,1%) está cerca del objetivo del 75% de la UE, el lobby destaca como los patrones de trabajo siguen reflejando los roles tradicionales de hombres y mujeres: las mujeres son cuatro veces más propensas que los hombres para trabajar a tiempo parcial. La brecha promedio de pago por hora en la UE es del 16,4%. “Los sistemas de protección social se han diseñado en un modelo de carrera que no es realista para la mayoría de las mujeres”, denuncia este grupo de presión feminista.
Sólo una pequeña y perceptible mejora
en la igualdad de las mujeres en el trabajo
En nueve años el informe de WEF sólo destaca una pequeña mejora en la igualdad de las mujeres en el trabajo. Aunque en la valoración realizada de España – se puede consultar en las páginas 338-339 del informe– los datos no son nada alentadores. Así en el apartado de ‘participación económica y oportunidades’, nos sitúa en el puesto 84. El retroceso aún es mayor cuando analiza la igualdad de salarios por un trabajo similar al del hombre. Una asignatura en la que el avance resulta tan tímido que apenas es perceptible. Hasta el punto de que las mujeres españolas quedan relegadas al puesto 117.
En España sólo se superan los ratios de igualdad, en el apartado referido a los escolares matriculados en la educación primaria y secundaria. Aquí sitúa a nuestro país en el primer puesto. También se supera la barrera en esperanza de vida, con el puesto 67, pero en el apartado de ‘salud y supervivencia’, España ocupa el puesto 87. Aunque en ‘logro educativo’ ocupamos el 44, el índice de alfabetismo (entendido como habilidad para leer y escribir, con comprensión, un enunciado simple relacionado con la propia vida cotidiana) nos sitúa en un vergonzoso puesto 73. En ‘empoderamiento político’ el avance es significativo, con el puesto 23, siendo el décimo país en número mujeres parlamentarias.
Los países escandinavos en el podium
Los resultados de este año muestran que Islandia sigue en la parte superior de la clasificación general, por sexto año consecutivo. Finlandia ocupa la segunda posición, y Noruega el tercer lugar. Suecia se mantiene en cuarta posición y Dinamarca gana tres lugares y se ubica este año en la quinta posición. El índice sigue vigilando la fuerte correlación entre la brecha de género de un país y su competitividad nacional. “Debido a que las mujeres representan la mitad de la base potencial de talento de un país, la competitividad de una nación a largo plazo depende en gran medida de cómo se educa y utiliza a sus mujeres”, señalan sus autores.
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