L.C.
España e Italia retroceden en valores democráticos, denuncia en el informe ‘La corrupción, la inestabilidad política y la intolerancia: la década de Europa en declive’, el grupo S&D (Socialistas y Demócratas) en el Parlamento Europeo, que preside Hannes Swoboda. En el mismo se subraya el gran debilitamiento de la sociedad civil, con una disminución de la participación ciudadana; la falta de confianza en las élites políticas y el aumento de los movimientos populistas.
Algunos países de Europa del Este como Hungría, Bulgaria y Rumania van cuesta abajo en democracia. En Hungría la victoria electoral del partido Fidesz en 2010, revela una gran preocupación. Grecia un país golpeado por el desempleo, el malestar social y un deterioro general de la confianza en la política –el último escándalo son las conexiones de los grupos ultras con la policía- se sitúa en la zona de peligro.
Gran Bretaña, la más tolerante, según DEMOS
El informe del grupo S&D, bautizado como DEMOS, subraya la regresión democrática, además de en España e Italia, en lo que parecen democracias sólidas como las de Francia o Gran Bretaña. “Hay países de Europa occidental que no están libres de culpa. Francia criticó las políticas controvertidas a la libertad religiosa, mientras que Italia sigue enfrentando problemas con la corrupción, el crimen organizado y la propiedad de los medios”, subrayan los autores. En cuanto a Gran Bretaña la sitúan en el top 10 en la tolerancia de las minorías, pero muy por debajo en lo relativo a la satisfacción con la democracia. Los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo critican la política conservadora de la Unión Europea, centrada casi exclusivamente en la austeridad. Esta situación, a su entender, ha provocado que algunos Estados miembros se desplomaran al entrar en el círculo vicioso del desempleo, el aumento de la pobreza y la recesión.
Sin respuesta socialmente aceptable a la crisis
“Europa no ha logrado una respuesta socialmente aceptable a la crisis y apenas ha escuchado las preocupaciones y preguntas de los ciudadanos”, diagnóstica el informe del Grupo S&D. Hace hincapié en lo que considera peligros inminentes para la legitimidad democrática: nacionalismo, populismo, extremismo político y euroescepticismo. Frente a ellos valora la justicia social y un modelo de sociedad en el que todavía prima la asistencia sanitaria universal, aunque reconoce que los servicios públicos están siendo demolidos sistemáticamente.
La Unión debería volver a centrarse más en los fundamentos de la democracia, incluido el respeto de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, la tolerancia de las minorías, la capacidad de desarrollar una ciudadanía activa y el aumento de la confianza y la satisfacción. Desde el grupo presidido por Hannes Swoboda se aconseja a la Comisión Europeas medir el estado de la democracia y publicar los resultados en un informe anual. En el mismo se deben de “nombrar y avergonzar ” a los gobiernos que incumplen los valores básicos en democracia.
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