Desastrosas las cifras en materia de gasto que ha obtenido España en el último informe de la Comisión Europea sobre el estado de la Salud en los países miembros, ‘Health at a Glance: Europe 2018’, que la Unión Europea, en colaboración con la OCDE, publica para ayudar a los países miembros a mejorar la salud de sus ciudadanos y sus sistemas nacionales sanitarios.
El gasto per cápita en Sanidad en España está ya por debajo de la media europea, situada en 2.773 euros, ya que según las cifras del informe fue en 2017 de 2.551 euros, situándose en el puesto 14 de la Unión Europea, por debajo de Malta e Italia. Para hacerse una idea de la situación de España basa decir que hay nueve países en la UE con un gasto superior a los 3.500 euros, casi un 40% más.
Más grave aún es el hecho de que en los años más duros de la crisis, hasta 2013, España fue uno de los países en los que más cayó el gasto ( se redujo en 10), el 1,4%. Si la medida del esfuerzo realizado por el Estados en Sanidad se toma en relación a la riqueza del país, medida por el Producto Interior Bruto, tampoco sale bien parada España.
Si la media del gasto en relación al PIB en la Unión Europea es del 9,6%, en el caso de España se sitúa por debajo, en el 8,8%, en el puesto número 13 por detrás de Portugal, Italia y Malta. Unos datos que explican las movilizaciones constantes de quienes trabajan en la sanidad española, habiéndose producido ayer una huelga en Catalunya.
Del informe, resulta especialmente llamativo y preocupante el problema de la salud mental en España, a la que coloca en el podio, tercer lugar de la Unión Europea por coste económico generado directa e indirectamente por la mala salud mental. En esta clasificación sí figuramos por encima de la media europea, con un coste del 4,2% del PIB, solamente superado por Dinamarca, 5,4%, y Alemania, 4,8%.
La mala situación de España se debe principalmente a los costes indirectos que suponen el desastroso mercado laboral, con mucho paro que produce ansiedad y depresión y baja productividad de quien no se encuentra en un buen estado de salud mental, por las razones citadas y su corolario: alcoholismo y drogas, entre otros problemas asociados. En el conjunto de la UE, de un coste total de 600.000 millones de euros, casi la mitad son los indirectos relativos al mercado laboral, pero en España obviamente sería bastante más de la mitad.
De los 45.000 millones de euros estimados en coste económico para España por mala salud mental de sus ciudadanos, 18.325 corresponden a los indirectos sobre el mercado laboral, 14.400 van directamente al Sistema Sanitario, y el resto al coste de las bajas, financiar el paro y otros beneficios.
Alcohol y drogas, grandes lastres de España
España tiene que promover rápidamente una mejora de la salud mental de los desempleados y de la población de mayor edad, muy vulnerable a este problema, que afecta directa o indirectamente, un familiar, amigo o colega, a prácticamente todos los ciudadanos a lo largo de su vida. Lo Gobiernos de turno tienen la coartada para no aumentar el gasto sanitario de que España figura en muy buen lugar en casi todos los parámetros en comparativas de salud.
No obstante, según el informe, el 18,3% de los españoles tienen mala salud mental (séptimo lugar), no siendo la ansiedad y depresión como en el resto de los países las enfermedades más extendidas, sino las originadas por el abuso y dependencia del alcohol y drogas. En España se reproduce el patrón de que la depresión se ceba más en la mujer que en el hombre , y con mucha más intensidad en las personas de menor capacidad económica. Afortunadamente y a pesar del grave problema de salud mental de España, la mortalidad por suicidio es la sexta más baja de la UE.