En Francia, una herramienta de Open Data, al servicio de los ciudadanos, ha valorado en 245 millones de euros los regalos de los laboratorios a los profesionales de la sanidad (médicos, farmacéuticos, dentistas, enfermeros, fundaciones y hasta estudiantes), en el período comprendido entre enero de 2012 y junio 2014. Sólo en comidas se consignan pagos de 71 millones de euros y en alojamiento de 42,9. A la cabeza de los 15 laboratorios más generosos figura Novartis con 18,2 millones de euros; le siguen el francés Servier, con 13,2 millones y GlaxoSmithkline, con 9,9. La obtención de los datos (imposibles de obtener en España de forma rigurosa, son siempre aventurados) ha sido posible gracias a una Ley de Transparencia, inspirada por la legislación de Estados Unidos, que el Parlamento francés aprobó en 2011, a propuesta del entonces ministro de Salud, Xavier Bertrand. En virtud de la misma se decidió que todos los regalos y los contratos otorgados a los profesionales de la salud por las compañías farmacéuticas se harían públicos. Pero aunque se conoce el importe de los regalos se preserva la identidad de quienes los reciben para garantizar la “confidencialidad” de los datos personales.
La ‘hospitalidad’ no podrá extenderse
más allá de lo razonable, según Farmaindustria
En España, la patronal Farmaindustria, en su Código de Buenas Prácticas, en el apartado 11 señala que los laboratorios farmacéuticos podrán organizar o colaborar en eventos de carácter exclusivamente científico-profesional. No está permitido organizar o colaborar en aquellos que contengan elementos o actividades de entretenimiento o de carácter lúdico. No se incluyen dentro de esta prohibición el cóctel de bienvenida, los almuerzos de trabajo y la cena de gala que aparecen habitualmente en los programas oficiales de los congresos y reuniones científicas, siempre que resulten razonables y moderadas y no incorporen elementos adicionales (culturales, de ocio o entretenimiento, etc.). En todo caso, se fija un coste máximo por comensal de 60 euros (impuestos incluidos) para cualquier forma de hospitalidad asociada a comidas y/o almuerzos. El pago de un almuerzo cuyo coste por comensal supere el máximo antes mencionado se considerará una práctica contraria al Código.
La hospitalidad en manifestaciones de carácter profesional o científico, debe siempre ser razonable y su coste no puede exceder del que los destinatarios estarían normalmente dispuestos a pagar en las mismas circunstancias. El concepto de hospitalidad incluye los gastos reales de desplazamiento, inscripción y estancia que sean abonados por el laboratorio, los cuales deberán “ser mesurados y no exagerados”, y habrán de ajustarse a los días en que esté prevista la reunión científica. En este sentido, la hospitalidad no podrá extenderse más allá de lo razonable tras la realización del Evento, ni incluir el patrocinio u organización de actividades de entretenimiento (deportivas, de ocio, etc.).
Farmaindustria señala en el citado Código de Buenas Prácticas que “no pueden realizarse pagos a favor de facultativos o grupos de facultativos, ya sea de forma directa o indirecta, para alquilar salas para reuniones, a menos que se acredite debidamente que se destinan a reuniones de contenido científico o profesional. También deja claro que “en ningún caso se podrá ofrecer dinero para compensar meramente el tiempo empleado por los profesionales sanitarios para asistir al evento”.