Si se hubiera consignado un sistema de devolución de bonos y primas de indemnización, algunos directivos de Gamesa estarían ahora siendo requeridos para negociar la devolución, una vez visto el fiasco monumental que ha supuesto la venta del negocio solar a la sociedad Toler Inversiones en abril de 2008, convertida ya en 9Ren, tras ser comprada por fondos de la estadounidense First Solar. El presidente ejecutivo de Gamesa era en esa época, Guillermo Ulacia, quien dejó el cargo a finales del año siguiente con una indemnización millonaria.
El esquema de venta ya resultaba poco ortodoxo, financiando Gamesa buena parte de la operación valorada en 143 millones de euros. La compañía vasca prestó 60 millones de euros a 9Ren con un vencimiento del principal más los intereses de cuatro años, que venció en abril de este año. En contra de lo que se había estado diciendo al accionista de que se confiaba en que 9Ren pagaría teniendo en cuenta la apariencia seria del comprador, 9Ren no ha pagado ni un duro, y Gamesa ha tenido que negociar la capitalización de la deuda, en un acuerdo firmado el 29 de junio de este año, con el nuevo presidente Ignacio Martín Vicente al mando de la empresa. Éste había accedido al cargo en mayo tras el despido de Jorge Calvet, sucesor de Ulacia.
Martín Vicente acordó con el deudor 9Ren España que se hiciera una ampliación de capital en ésta, aportando Gamesa el crédito impagado, 60 millones, y perdonando los intereses (12 millones) de tal suerte que la compañía eólica se ha quedado con el 49% de la solar 9Ren. Un día después de este acuerdo, Gamesa incorpora a su balance este activo financiero con un recorte en la valoración de 12 millones, dejándolo en 48 millones ajustándose a lo que un tasador independiente había dicho en un informe recibido el 30 de junio (un día después del acuerdo). Como se puede apreciar la chapuza de la operación es vergonzante, más teniendo en cuenta que en 2011, Gamesa había provisionado 25 millones de los 72 a cobrar teóricamente, lo que deja cuadrada la transacción.
Sin embargo no termina el problema con este recorte, sino que unos meses después los nuevos decretos de Industria sobre la tarifa eléctrica y las primas a las renovables, en España e Italia, obligan a realizar una nueva provisión de 21 millones, por el deterioro de valor de 9Ren, empresa que el año pasado perdió 13 millones de euros.
En definitiva, los 72 millones que el equipo de Ulacia previó entrasen en la caja de Gamesa hace cuatro años, se convierte en 0 euros en caja, y a cambio una participación financiera del 49% en una sociedad, que a 31 de diciembre del año pasado tenía una valor neto de 27 millones, y que no puede venderse libremente hasta el verano de 2015.
Gamesa ya está por consiguiente en el negocio de la energía solar de nuevo, y no solamente a través de 9Ren, ya que una central fotovoltaica en Almodóvar del Río, que quedó fuera de la venta de hace cuatro años, pero que se desprendió de ella en 2011 ha vuelto también por impago a la multinacional vasca.
Ya se veía venir, y La Celosía advirtió de ello hace un año. Las últimas cuentas presentadas por Jorge Calvet declaraban un ingreso neto de 58 millones por esta planta por la venta de la empresa que tenía el activo, Sistemas Energéticos Almodóvar del Río, formalizada un día antes del cierre del balance, que debían ser pagados antes del 9 de marzo de este año. Obviamente llegó esa fecha y no el dinero (si es que alguna vez hubo un comprador de verdad). Finalmente, tras alguna prórroga en junio se recuperó el activo, y unos meses después se ha realizado una provisión de 9,2 millones por las penalizaciones tarifarias decretadas por Industria. La compañía titular de la planta de Almodóvar perdió algo más de 5 millones de euros el pasado año.
El nuevo equipo directivo de Gamesa, encabezado por Ignacio Martín Vicente, ha realizado un importante esfuerzo por conseguir credibilidad, limpiando el balance con provisiones muy elevadas de 600 millones, y unos objetivos más realistas sobre la evolución de la compañía, sabiendo que el mercado chino y el estadounidense no generarán ni de lejos lo que de ellos se pensaba. Ahora se espera de ellos también que cumplan con los plazos legales de pago a proveedores, más aun teniendo en cuenta que la sociedad no tiene problemas de liquidez. Gamesa pagó fuera de plazo, con un mes de media, el 66% de sus facturas, algo menos de 565 millones.