El portal inmobiliario Idealista.com ha constituido Base de Datos de Morosidad Inmobiliaria SL, con un capital de 3.000 euros, para la recogida de datos, procesamiento y análisis del riesgo de morosidad en el alquiler de bienes inmuebles, según consta en el Registro Mercantil de Madrid. Como Administrador Único figura Idealista SA y como representante Fernando Encinar, jefe de estudios y uno de los fundadores de este portal junto a su hermano Jesús, CEO de la compañía. Aún sin actividad, pues fue registrada el pasado 11 de junio, su nacimiento coincide con el repunte de la morosidad de los inquilinos en España.
En 2018 los inquilinos morosos adeudaron de media en España más de 6.185 euros, un 5,67% más que el año anterior, según las inscripciones registradas por el Fichero de Inquilinos Morosos. A la cabeza de la morosidad se encuentra la Comunidad de Madrid con 9.767 euros, seguida de Baleares, con 8.571 euros. “Desde idealista data nos interesa recopilar todas las bases de datos presentes y futuras para complementar los análisis que hacemos de mercado y una sobre morosidad aportará mucha información sobre evolución del alquiler a futuro”, confirma a La Celosía el portavoz de comunicación de este portal inmobiliario.
Retrato robot del inquilino moroso
Español, varón de entre 36 y 40 años y con ingresos inferiores a los 1.500 euros. Éste es el perfil del inquilino moroso en nuestro país, según la plataforma Plan de Protección de Alquiler, información recogida en su web por Idealista.com. Lo mejor para reducir el riesgo lo máximo posible es acudir a agencias inmobiliarias adheridas a esta plataforma para que garanticen el cobro de las rentas a los propietarios, aconsejan desde la web de los hermanos Encinar.
Por nacionalidad, el inquilino extranjero presenta menos morosidad. Los inquilinos más morosos son los españoles (40,19%), seguidos por los africanos (21,16%) de los cuales un 72% son marroquíes y por los sudamericanos: Ecuador 5,8%, Venezuela 4,56%, Colombia un 3,24% y Bolivia un 2,54%.
Actualmente se tarda aproximadamente 246 días, unos ocho meses, en desahuciar a un inquilino que no paga el alquiler de la vivienda. Un periodo de tiempo largo en el que, además de dejar de recibir los ingresos regulares por el arrendamiento del piso, se debe hacer frente a un proceso judicial.