Cuba se encuentra en un momento de cambios y de grandes retos, en el que hay mucho por construir. ‘Hábitat-2’ es un proyecto que la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) está desarrollando en la isla con urbanIN+, una consultora liderada por la socióloga Laia Forné y la arquitecta Karmele Rekondo. Su objetivo es realizar un diagnóstico del hábitat local para desarrollar estrategias y capacitar a 16 municipios cubanos cercanos a la población de Santa Clara para su gestión. La experiencia cubana será explicada en ‘La construcción de la ciudad inclusiva: estrategias de intervención integral en el hábitat local’, jornadas que impulsan Laia y Karmele por encargo de COSUDE, y que se celebran en Barcelona hasta el 16 de marzo. A lo largo de las mismas se expondrá la lucha vecinal para reconvertir una fábrica abandonada en un equipamiento de barrio (Can Batlló), y se abordarán, entre otros temas, la participación ciudadana y el punto de vista de las mujeres en la concepción de la ciudad.
En el hábitat urbano hay una falta de atención a las necesidades de los ciudadanos, desde urbanIN+ se esfuerzan por escucharles y facilitar soluciones. “En el tema de género es necesario recoger las tareas reproductivas (caso de la mujer) que se viven en la ciudad y que no se visibilizan. Nuestro objetivo es fundamentalmente incorporar a colectivos que no tienen espacio en el actual diseño urbanístico”, explica Laia Forné a La Celosía. Una ciudad más amable de la que nadie se sienta excluido es el eje del proyecto ‘Hábitat-2’ y de los nuevos entornos urbanos (con el mismo espíritu creativo) que verán la luz en España. “El proyecto para Cuba está en fase de redacción. El objetivo principal no es tanto construir, sino definir cuál será la estrategia local del hábitat”, comentan Laia y Karmele.
Técnicos y profesionales trabajan cuerpo a cuerpo con los movimientos urbanos en temas relacionados con la planificación y la gestión urbana con el objetivo de empoderar a estos últimos en las relaciones con la administración o el sector privado. “Después de un par de décadas donde el rol de la arquitecta urbanista se ha centrado en dar cobertura a dinámicas de crecimiento urbano, es de celebrar el resurgimiento de experiencias más comprometidas”, señalan los responsables del movimiento paisaje transversal. Los casos de resolución (más o menos exitosos) de conflictos surgidos en zonas de Barcelona como Lesseps, Bon Pastor o Can Batlló sirven para ejemplificar una práctica que en el mundo angloamericano se la conoce con el nombre de advocacy planning, o procuración urbanística.