La nueva norma internacional de información financiera (NIIF 9)k que entrará en vigor el 1 de enero de 2018, y que corresponde fundamentalmente a una mejor estimación de las provisiones necesarias por el riesgo de crédito asumido por los bancos, supondrá un quebranto importante en la cuenta de resultados de las entidades financieras ya que tendrán que incrementar las dotaciones hasta un 30% de media en el caso de muchas entidades. Si fuera así en el caso español estaríamos hablando de 45.000 millones de euros adicionales.
Estos datos son los que proporcionó ayer la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) y son el resultado de la primera evaluación realizada a la banca para medir el impacto de la nueva contabilidad sobre su cuenta de resultados y capitalización. Con esta evaluación, la EBA ha querido conocer cómo están preparándose los bancos ante una norma determinada por la International Accounting Standards Board, encargada de definir la normativa contable, en julio de 2014, tres años y medio antes de ser vinculante.
La Autoridad Bancaria Europea ha realizado las pruebas con 50 bancos. El incremento medio de provisiones estimado es en realidad del 18%, pero aumenta esa media hasta un 30% en 43 de las entidades financieras. En el caso de la ratio de capital, el correspondiente al CET 1, el más relevante y considerado de referencia, la implementación de la nueva contabilidad rebaja la solvencia de media 59 puntos básicos, y hasta 75 puntos básicos (100 equivalen a un 1%) en el 79% de los bancos que participaron en la prueba. El resultado del informe no da información nominal de los bancos.
El Banco de España, con el fin de ir acostumbrando a los bancos españoles a la nueva norma contable, introdujo una circular en abril para que a partir del 1 de octubre se contabilizase mejor el riesgo, con una correcta clasificación de las operaciones, el adecuado tratamiento de las garantías a efectos contables y una estimación sólida de las provisiones. Para más adelante queda una de las claves que es reemplazar el actual modelo de la pérdida incurrida en un crédito frente a otro más previsor de pérdida esperada.
El Banco Popular es el que más sufre con las nuevas normas
En relación a esta circular del Banco de España que sirve de tránsito a la implantación de la norma 9 a partir de enero de 2018, un informe de JP Morgan calculaba en cerca de 9.000 millones las provisiones que deberían añadir los bancos a su balance y otros 5.400 ya con la NIIF9. En total, algo menos de 15.000 millones. Sin embargo, la extrapolación del resultado de la prueba realizada por la EBA es muy superior si fuera del 30% (45.000 millones) e incluso si se toma el rango de los mejores, del 18%, que añadiría alrededor de 27.000 millones. El Banco de España cuando sacó la circular dijo no obstante que serían fácilmente absorbibles por los bancos las nuevas provisiones.
Sin duda, el mayor estropicio lo sufriría el Banco Popular, cuyo ratio de cobertura de crédito malo no llega al 40%. El banco que preside Ángel Ron afrontaría un déficit de provisiones enorme lo que le podría llevar a generar pérdidas este ejercicio y los dos próximos si no consigue sacar de su balance muchos créditos de mala calidad. Los analistas consideran que los bancos con mejor nivel de cobertura sobre los activos problemáticos son BBVA, Caixa y Bankia, y que el Santander no sufriría un quebranto notable en sus cuentas con el nuevo marco contable.