La cadena de restauración catalana Fleca Flaqué solicita concurso de acreedores en siete sociedades para dar continuidad al negocio familiar

Hace más de cien años fabricaba pan el bisabuelo. Ahora, cumplidos 46 años desde su fundación, la cadena de restauración Fleca Flaqué,  patrocinadora del Nàstic de Tarragona, solicita concurso voluntario de acreedores y prepara un ERE para dar continuidad al legendario negocio familiar. Con 22 establecimientos en Tarragona, Reus y Torredembarra ha suspendido el proyecto de abrir franquicias fuera de Cataluña. El gerente Pere Flaqué, continuador de la saga  empresarial, explica las medidas de reestructuración inevitables para la continuidad del negocio a través del bufete Pintó Ruiz & Del Valle.

“Son siete las sociedades en  concurso voluntario de acreedores, avaladas con el patrimonio personal del señor Flaqué, quien solicitó al juez esta medida”, detalla a La Celosía, Carlos Noguera, socio del bufete. Este abogado subraya la voluntad de continuidad del negocio tras la correspondiente reestructuración. La empresa con  una facturación en torno a los 8 millones de euros ha llegado a esta situación al no poder afrontar los elevados gastos de los alquileres de las tiendas y los costes del personal.

Volver a la rentabilidad

“En algunos casos se consiguió una reducción del precio del arrendamiento con los propietarios, pero en otros no”, señala Carlos Noguera. La cadena de restauración que cuenta con 140 empleados prepara un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a  cerca de 30. Mantendrá la plantilla suficiente para atender los puntos de venta. El objetivo de estas medidas es volver a poner en rentabilidad la cadena de panaderías y cafeterías. En principio se mantendrán todos los establecimientos, aunque puntualmente podría cerrarse alguno deficitario.

El endeudamiento bancario de 2,7 millones de euros afecta a Banco Sabadell, Cajamar y Bankinter. Las tres entidades no tendrán problema de cobro al disponer de avales con el patrimonio personal del empresario. Como los ingresos no han caído se van a reducir gastos  para tener tesorería suficiente para afrontar los pagos.