Los representantes de la Comisión Europea no se reunirán ni tendrán contactos con Adam Farkas como director general de la Asociación de Mercados Financieros en Europa (AFME) hasta el 1 de febrero de 2022. Así lo ha comunicado Johannes Hahn, Comisario de Presupuesto y Administración de la Unión Europea. Con esta medida se quiere acabar con el conflicto de intereses creado cuando altos funcionarios se pasan con sus conocimientos al ‘enemigo’. La CE con su negativa a recibir a Adam Farkas, que ha protagonizado el último escándalo de puertas giratorias, trata de lavar su imagen de debilidad ante comportamientos poco éticos.
El eurodiputado socialista holandés Paul Tang, junto con 56 ONG, iniciaron en 2019 una campaña para que Adam Farkas, entonces máximo ejecutivo de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), no fuera autorizado a fichar por la AFME. “Adam Farkas es el hombre más importante de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y quiere utilizar su conocimiento y su red en beneficio de los mismos bancos que estaban bajo su supervisión directa. Esto no solo está en flagrante contradicción con la legislación de la UE, sino que también socava la fe pública en las instituciones de la UE”, explicó entonces Paul Tang.
El veto a Adam Farkas, “una gran victoria”
Como informó La Celosía, al final Adam Farkas se salía con la suya y se hacía pública su renuncia oficial a la EBA y su futuro nombramiento en AFME. Pero su veto para ser recibido por representantes de la Comisión Europea hasta el 1 de febrero de 2022 ha sido recibido con fuegos artificiales. “Gran victoria en nuestra lucha contra #revolvingdoors. Los funcionarios de la Comisión no se reunirán con el regulador convertido en lobista Adam Farkas durante 2 años. Gran disuasión para los grupos de presión que intentan contratar funcionarios de la UE”, tuitea eufórico Paul Tang.
La Comisión Europea cuenta con normas estrictas para evitar fugas dentro de su propia plantilla que se aplican activamente. El Estatuto del Personal se ha reforzado con la última reforma. Los gerentes ahora están sujetos a un período de ‘enfriamiento’ de un año en caso de que pretendan fichar por multinacionales de cuyos asuntos fueron responsables durante los últimos tres años de servicio funcionarial.