La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha desarrollado una herramienta para ayudar a los operadores de empresas alimentarias a decidir cuándo aplicar la fecha de caducidad o consumir antes los productos, a raíz de una solicitud de la Comisión Europea. En particular, se solicitó a la EFSA que proporcionara asesoramiento científico sobre los factores que hacen que ciertos alimentos sean altamente perecederos y, por lo tanto, probablemente después de un período corto, constituyan un peligro inmediato para la salud humana.
La fecha de caducidad en los alimentos tiene que ver con la seguridad: los alimentos se pueden comer hasta esta fecha, pero no después, incluso si se ven y huelen bien. “Consumir preferentemente antes” se refiere a la calidad: el alimento será seguro para comer después de esta fecha, pero es posible que no esté en su mejor momento. Por ejemplo, su sabor y textura pueden no ser tan buenos. La comercialización de alimentos después de la fecha de consumo preferente está permitida en varios países bajo la responsabilidad del vendedor, siempre que el alimento sea apto para el consumo humano.
Las preguntas clave que deben responder
los operadores de empresas alimentarias
La herramienta que facilita la EFSA está estructurada como un árbol de decisiones con una serie de preguntas que los operadores de empresas alimentarias deben responder para ayudarles a decidir si se requiere una fecha de “caducidad” o de “consumo preferente antes de”. Las preguntas van desde si los requisitos de marcado de la fecha para una categoría de alimentos ya están regulados por la legislación, si un producto se somete a algún tratamiento para eliminar riesgos, si se vuelve a manipular antes del envasado, sus características y condiciones de almacenamiento.
Los expertos también revisaron los factores que deben considerar los operadores de empresas alimentarias para establecer una fecha de vida útil: el período de tiempo durante el cual un alimento seguirá siendo seguro y/o de una calidad adecuada para el consumo mientras el empaque está intacto y no almacenado según las instrucciones.
La decisión sobre el tipo de marcado de la fecha debe tomarse producto por producto, considerando los peligros relevantes, las características del producto y las condiciones de procesamiento y almacenamiento. La identificación de peligros es específica del producto alimenticio y debe considerar los microorganismos patógenos capaces de crecer en alimentos preenvasados con temperatura controlada bajo condiciones razonablemente previsibles. Factores intrínsecos y extrínsecos (por ejemplo, temperatura y atmósfera de gas) e implícitos (por ejemplo, interacciones con la microbiota de fondo en competencia) del alimento determinan qué microorganismos patógenos y de descomposición pueden crecer en el alimento durante el almacenamiento hasta el consumo.
Alimentos donados o comercializados
después de la fecha de consumo
Debido a la variabilidad entre los productos alimenticios y los hábitos de los consumidores, no era apropiado presentar límites de tiempo indicativos para los alimentos donados o comercializados después de la fecha de consumo preferente. Se proporcionaron recomendaciones relacionadas con actividades de capacitación y apoyo, utilizando ‘condiciones razonablemente previsibles’, recolectando datos de tiempo-temperatura durante la distribución, venta minorista y almacenamiento doméstico de alimentos y desarrollando niveles apropiados de protección y objetivos de inocuidad alimentaria para combinaciones de patógenos de alimentos.
La Comisión Europea estima que hasta el 10% de los 88 millones de toneladas de desperdicio de alimentos generados anualmente en la UE está relacionado con el marcado de la fecha en los productos alimenticios, según un estudio realizado en 2018. El estudio también concluyó que el marcado de la fecha es particularmente relevante para la prevención del desperdicio de alimentos para las categorías de productos lácteos, jugos de frutas, carne refrigerada y pescado.
“La información clara y correcta sobre los envases y una mejor comprensión y uso del marcado de la fecha en los alimentos por parte de todos los actores pueden ayudar a reducir el desperdicio de alimentos en la UE, mientras se continúa garantizando la seguridad alimentaria”, explica Kostas Koutsoumanis, presidente del Panel de Peligros Biológicos de la EFSA.