Los animalistas hace mucho tiempo que propugnan la prohibición de que los animales participen en el espectáculo circense. Entre los espectadores del circo ruso que actuaba en el pueblo de Oklhovka seguro que hay muchos que se suman a la causa. Al oso no le gustó nada que le obligasen a bajar en patinete el tobogán y montó la marimorena, hasta que pudo ser reducido a base de palos.