Cerca de dos millones de peregrinos musulmanes comenzaron ayer a juntarse en Mina, cerca de La Meca, para comenzar la Hajj. Afortunadamente no hay epidemia del virus MERS, según las autoridades de Arabia Saudí. El MERS ha matado a 51 personas en el país. Las autoridades habían impuesto una reducción del 20% en el número de peregrinos extranjeros y del 50% en los naturales, por los trabajos en los lugares santos y el riesgo del virus. Como manda la tradición, los peregrinos que llegaban en coches y autobuses, en tren y a pie vestían un dos piezas blanco sin costuras y las mujeres cubiertas con excepción de cara y manos. En el valle de Mina rezan y descansan antes de reunirse de nuevo en el monte Arafat para la jornada de rezos e invocaciones. Entre las personalidades que cumplen este año con el rito están el presidente turco, Abdullah Gül y el sudanés Omar el-Bechir.
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