Este vídeo, filmado con una cámara GoPro de un soldado del Estado islámico, antes de morir, en una batalla perdida de un ataque a un fortín que defendían tropas kurdas peshmergas, a 40 kilómetros de Mosul, desmitifica y ridiculiza los vídeos de propaganda del Daesh porque se aprecia la falta de instrucción militar de los djihadistas y el pánico. En su tragedia es un poco la guerra de Gila.