Las encuestas sobre el funcionamiento de la democracia varían considerablemente, según países y continentes. En Europa, más de seis de cada diez suecos y holandeses están satisfechos con el estado actual de la democracia, mientras que están insatisfechos más del 70% de los ciudadanos encuestados en España, Italia y Grecia.
En los 27 países encuestados por Pew Research Center una media del 51% no está satisfecha con el funcionamiento de la democracia. Sólo el 45% se declara moderadamente satisfecho. La encuesta fue realizada entre 30.133 personas en 27 países, solo 10 europeos entre los que se cuenta España, del 14 de mayo al 12 de agosto de 2018.
La ira contra las élites políticas, la insatisfacción económica y la ansiedad por los rápidos cambios sociales han alimentado la agitación política en regiones de todo el mundo en los últimos años. Líderes, partidos y movimientos han surgido tanto a la derecha como a la izquierda del espectro político, en algunos casos desafiando las normas fundamentales y las instituciones de la democracia liberal. Organizaciones desde Freedom House a The Economist Intelligence Unit hasta V-Dem han documentado declives globales en la salud de la democracia.
Percepciones sobre el funcionamiento de la democracia
Como anteriores encuestas de Pew Research Center han puesto de manifiesto, las ideas en el núcleo de la democracia liberal siguen siendo populares entre los públicos globales, pero el compromiso con la democracia puede no obstante ser débil. Múltiples factores contribuyen a esta falta de compromiso, incluidas las percepciones sobre el funcionamiento de la democracia.
Para comprender mejor el descontento que muchos sienten con la democracia, se entrevistó a ciudadanos en 27 países acerca de una variedad de temas económicos, políticos, sociales y de seguridad. Los resultados resaltan algunas áreas clave de la frustración pública: la mayoría cree que las elecciones producen pocos cambios, que los políticos son corruptos y están fuera de la realidad y que los tribunales no tratan a las personas de manera justa. Por otro lado, los ciudadanos son más positivos cuándo se les pregunta si en su país se protegen la libertad de expresión, se brindan oportunidades económicas y se garantiza la seguridad pública.
Los análisis (ver el Apéndice A para detalles metodológicos) muestran que, entre los factores estudiados, la insatisfacción con la democracia está relacionada con la frustración económica, el estado de los derechos individuales, así como las percepciones de que las élites políticas son corruptas y no les importan los ciudadanos medios. Además, en Europa los resultados sugieren que la insatisfacción con la forma en que funciona la democracia está vinculada a las opiniones sobre la UE, las opiniones sobre si los inmigrantes están adoptando las costumbres nacionales y las actitudes hacia los partidos populistas.