La apertura de la Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha servido a su directora general, la doctora Margaret Chan, para alertar del peligro de dos nuevos sucesos mortales: La propagación del coronavirus y la gripe H7N9, resultado de mutaciones que constituyen un reto para los virólogos. El coronavirus, aparecido el verano pasado en Oriente Medio, cercano al síndrome respiratorio agudo (SRAS) ha infectado a 41 personas que se sepa, con el resultado de 20 muertos y la desagradable sorpresa de que ya se ha producido un contagio entre humanos y personal sanitario ha sido infectado. En cuanto al virus gripal H7N9, China notificó el primer caso de infección humana por este virus procedente de la gripe aviar. Más de 100 casos han sido detectados en tres semanas y ya se han producido casi 40 muertes. Afortunadamente China ha reaccionado rápido, tanto en el aviso como en la respuesta de sacrificio avícola y aislamiento.
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