Hacemos un llamado urgente tanto a la Unión Europea como a los Estados Unidos para que eliminen todos los aranceles de represalia vigentes sobre las exportaciones agroalimentarias, señalan en un comunicado conjunto, FoodDrinkEurope, la organización europea de la industria de alimentos y bebidas, y Consumer Brands Association, que representa a la industria de bienes de consumo envasados de EE. UU.
Ambas patronales lamentan profundamente que los fabricantes de alimentos y bebidas de ambos lados del Atlántico, muchos de los cuales son dueños de pequeñas y medianas empresas, sufren los daños colaterales en las disputas de larga duración que que afirman les son ajenas.
La Unión Europea y los Estados Unidos son socios comerciales clave en productos alimenticios y bebidas, y tradicionalmente se encuentran entre los principales destinos de exportación e importación mundiales en el comercio de materias primas, ingredientes y productos terminados. En 2019, el comercio UE-EE.UU. de productos agroalimentarios alcanzó un total acumulado de 36100 millones de euros. “Estamos particularmente alarmados por las implicaciones negativas de los aranceles de represalia en las cadenas de suministro agroalimentarios (tanto ascendentes como descendentes), así como en los trabajadores y consumidores a ambos lados del Atlántico, en un momento en el que estas cadenas ya se están debilitado por la pandemia de Covid-19 y la desaceleración económica”, afirman ambas patronales en el comunicado conjunto.
Desde octubre de 2019, una amplia gama de exportaciones agroalimentarias de la Unión Europea han sufrido los aranceles de represalia con un alza del 25% desde los Estados Unidos. Esto ha provocado una disminución de las exportaciones de algunos productos clave de la UE destinados al mercado estadounidense y sigue afectando a la competitividad.
El daño en las empresas españolas
Las empresas españolas prevén que en el escenario posCOVID-19 las barreras arancelarias y no arancelarias adoptadas por terceros países tendrán un impacto significativo en su actividad internacional, según un estudio sobre comercio internacional realizado por KPMG. Las alternativas estratégicas ante este reto son variadas, y las empresas españolas parecen optar principalmente por la reorientación de la actividad hacia mercados menos restrictivos (39% de las respuestas).
Más de la mitad (55%) de los directivos encuestados para este estudio consideran que el proteccionismo será un reto para el crecimiento de su negocio internacional en los próximos años. Esta opinión se ha recopilado con posterioridad a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un mercado clave que ha incrementado las medidas proteccionistas en los últimos años, por lo que incorpora las primeras impresiones sobre los efectos que podrían tener dichos comicios en el entorno global.
Hernández Mancha: Europa tiene más que perder
“En los aranceles el zapato le aprieta más a España que a Italia y a Grecia, que son también productores de aceite”, explica a La Celosía, el abogado Antonio Hernández Mancha, experto en comercio internacional. Hernández Mancha defendió a la aceitera Deóleo en Bruselas contra la agresiva política arancelaria impulsada por Donald Trump.
“El arancel no desaparece porque desaparezcan las tensiones entre Europa y los Estados Unidos. Ahora se habla de impuestos de fronteras, aunque no se le llama arancel”, subraya el abogado. Hernández Mancha cree que Europa tiene más que perder en la guerra entre bloques económicos sino actúa como una unidad política y con interlocución única como hacen los Estados Unidos. “Ahora la guerra no se hace con las armas sino con herramientas económicas. Quien controla el precio de las mercancías tiene una capacidad enorme frente a sus adversarios”.