Mientras el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz presentaba ayer el balance de siniestralidad en las carreteras del pasado año, y anunciaba la intención del Gobierno de reducir la velocidad en las carreteras de doble dirección, actualmente entre 90 y 100 kilómetros hora, omitía hacer mención alguna a la reducción drástica en los núcleos urbanos.
A pesar de que hay muchas posibilidades de que el próximo año se reduzca por defecto a 30 kilómetros hora la velocidad a la que se puede circular en ciudad y núcleos urbanos, si sale adelante como parece la propuesta registrada en Bruselas dentro de la Iniciativa Ciudadana Europea, por la cual se pueden plantear proposiciones de ley avaladas por un millón de firmas.
El 13 de noviembre se registró la propuesta “30 kilómetros/hora, por unas calles habitables” por parte de la alemana Hekie Aghte, de la Alianza Europea por la Desaceleración, que tiene su sede en Berlín. Entre los miembros de la Alianza que firmaron junto a Aghte figura Samuel Martín-Sosa, coordinador internacional de Ecologistas en Acción. Para que la propuesta sea aceptada por la Comisión, la iniciativa debe contar con un mínimo de firmantes en siete países miembros (alrededor de 50.000 en España) y un total de un millón de ciudadanos europeos deben rubricarla antes de que pase un año, en este caso para el 11 de noviembre.
La web destinada a este fin, es.30kmh.eu, deja clara las intenciones que no son otras que “mejorar la seguridad, rebajar la contaminación acústica y ambiental, y estimular el uso de otros modos de transporte”. El Parlamento Europeo ya aprobó en 2011 un informe sobre seguridad vial en el que recomendaba el establecimiento de los 30 kilómetros por hora como velocidad límite estándar en todas las ciudades europeas.
La propuesta ciudadana sigue esta pauta del Europarlamento y acepta que los municipios mantengan la capacidad de establecer excepciones cuando están justificadas. El límite de velocidad reclamado ya ha sido acordado en algunos municipios de casi toda Europa, con una reducción considerable del número y gravedad de los accidentes. El descenso del ruido es otro de los factores medioambientales que aconsejan la medida, ya que se calcula una reducción de 3 decibelios.
Los fabricantes de vehículos son los principales opositores a esta medida y favorecen el incremento del límite de velocidad en autopistas y autovías, un asunto que ayer Fernández Díaz no quiso tratar con detalle, a pesar de que se sabe que el Partido Popular presiona al gobierno para que tome esta medida por motivos económicos, aumento del tráfico en las autopistas, muchas de ellas en quiebra, e incremento de las ventas de automóviles, que han cerrado el año con menos de 700.000 unidades.
Otras iniciativas abiertas por los ciudadanos europeos corresponden a una tarifa plana de comunicaciones, todo incluido, dentro de la UE, la criminalización del atentado ecológico, la promoción de una plataforma online para las iniciativas europeas ciudadanas, la suspensión del paquete energético y cambio climático de la UE de 2009, plan europeo unificado de gestión de residuos, establecer una hoja de ruta para un modelo educativo europeo de alta calidad para todos, prohibición de experimentar con animales en determinados campos, derecho al voto en el país de residencia, prohibición de la investigación con embriones humanos (propuesta en la que figura Alicia Latorre, de Provida), derecho europeo al agua y al saneamiento y Fraternité 2020, que emplaza a la CE a fomentar la movilidad ciudadana en la Unión Europea, fortaleciendo el programa Erasmus y el servicio voluntario europeo, entre otros.