“A pesar de tener guardadas todas las confirmaciones de lectura, ninguno de los diputados de la Comisión de Sanidad del Congreso ni sus portavoces, contactados por mail, nos ha respondido sobre su postura con las pseudoterapias”, denuncia Elena Campos Sánchez, presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). Esta asociación fundada por Julián Rodríguez, cuyo hijo murió tras abandonar la quimioterapia y ponerse en manos de un curandero, intenta proteger al enfermo de la multitud de terapias pseudocientíficas que pueden perjudicarle, “ya sea por abandono de un tratamiento avalado científicamente, por dañar su salud o por pagar cantidades de dinero sustanciales por falsas terapias que no pueden ofrecerle una curación real”.
El pasado septiembre, el Congreso demandó al Gobierno que promueva, en colaboración con las Comunidades Autónomas, un mayor control y vigilancia sobre los centros y personas que no están oficialmente acreditados y que publicitan falsas terapias curativas. El pasado 21 de septiembre se reunió la Comisión de Sanidad para debatir, entre otras cuestiones, cómo abarcar las pseudoterapias. La propuesta de Ciudadanos fue rechazada y la del PP se aprobó. Además, el portavoz de sanidad del PSOE pareció dudar en cuanto a qué es ciencia respecto a falsa ciencia, terapia y falsas terapias actuales. “Las pseudoterapias no están ahora mismo en la agenda del Gobierno, lo que no quiere decir que no se esté hablando”, reconoce Isabel Cabezas, portavoz del PP, en un debate organizado por Diario Médico.
La desidia de los políticos con la pseudociencia
“A nivel político, sí que es cierto que hemos tenido contacto con algunas consejerías de Sanidad (como la de Valencia), así como con portavoces de grupos parlamentarios autonómicos (Andalucía, País Vasco, Comunidad Valenciana…)”, al igual que nos reunimos entre febrero y marzo de este año con los portavoces de sanidad en el Congreso y otros miembros de Ciudadanos, PP, PSOE, Nueva Canarias, Compromís y Unidos-Podemos”, reconoce Elena Campos. Esta investigadora no oculta su frustración por la desidia de los políticos. En veranó solicitó al Ministerio de Sanidad que pusiera en marcha una campaña contra las pseudoterapias. Tampoco ha tenido respuesta. En la planta de oncología de un centro sanitario de La Arrixaca (Murcia) saltaron recientemente las alarmas al aparecer un póster con los beneficios del reiki. La presidenta del Colegio de Médicos de esta comunidad, Isabel Montoya, alertó del riesgo de que algunos pacientes puedan abandonar sus tratamientos para probar las pseudociencias.
La Asociación no está en contra de terapias naturales (u otras complementarias) mientras estas demuestren por las vías oficiales, objetivas y rigurosas, reglamentariamente establecidas, que funcionan. ““Si estamos en desacuerdo de quienes sin estar preparados para curar enfermedades apliquen terapia alguna (tipificado como intrusismo sanitario), así como, estando legalmente habilitados para ello, ofrezcan y/o apliquen técnicas sin validez científica”, explican desde la APETP.
“Estamos también en desacuerdo de asociar lo alternativo a bueno. ¡No confundamos al enfermo! Lo alternativo es una opción diferente a otra, pero no por eso mejor; además, previamente ha de haber demostrado que es, efectivamente, una alternativa y no un engaño carente de base científica”.
Convertir en delito la terapia falsa
La APETP lucha para conseguir la tipificación como delito de cualquier actividad y publicidad de terapias que se presenten como curativas sin serlo, y que no estén experimentadas bajo criterios científicos. También colabora para que en los hospitales se establezcan diferentes protocolos. El más importante: que cuando un paciente rechace un tratamiento para seguir una línea de curación que ponga en peligro su vida, el hospital no se limite a que firme el correspondiente documento, sino que se informe de la terapia alternativa elegida por el paciente, y de quien la va a impartir. Informando posteriormente al paciente de lo averiguado. En caso de ser un fraude anima al hospital a que se ponga inmediatamente en contacto con Sanidad, e informe detenida, amplia y claramente al paciente para que se tomen las medidas necesarias para protegerlo. Su objetivo es conseguir que ningún enfermo sea desviado de una línea de curación coherente y científica.
Hace unos días la APETP se inscribía en el registro de transparencia de Bruselas donde mostraba interés por aquellos expedientes legislativos, iniciativas y políticas de la UE que le afectan. Sus asociados que trabajan de forma voluntaria buscan la protección jurídica ante fraudes sanitarios a personas vulnerables; el refuerzo de políticas sanitarias contra el intrusismo y la mala praxis; así como la difusión de información contra pseudoterapias y sectas sanitarias y la eliminación de la equiparación de los productos homeopáticos como medicamentos.