En cuestión de medicamentos, lo más prudente es consumir los más probados clínicamente, cuyos efectos nocivos son aceptables teniendo en cuenta su acción positiva para la salud. Sin embargo, las autoridades sanitarias autorizan todos los años un gran número de fármacos sin que se haya probado su efectividad, o que verdaderamente mejoren la de otros presentes en el mercado. Ocurre a veces que son menos eficaces o incluso perjudiciales para la salud. La presión de los laboratorios y la utilización de técnicas agresivas de marketing, e incluso la compra de opiniones positivas en congresos médicos, consiguen que fármacos que no deberían venderse sean prescritos. En España, el control de los medicamentos corresponde al ministerio de Sanidad, que encabeza Ana Mato, y la agencia del medicamento, presididad por Pilar Farjas(en la foto, junto a la ministra).
La asociación francesa sin ánimo de lucro, Mieux Prescrire, que edita en francés e inglés la conocida revista médica, Prescrire, ha publicado una lista considerable de fármacos que deberían estar fuera del mercado, por diferentes razones: no tienen ningún beneficio para los pacientes, exponen a riesgos desproporcionados en relación al beneficio para la salud, que son antiguos y hay otros nuevos con un balance más favorable, son nuevos pero con un balance riesgo-efectividad menos favorable que los antiguos, también aquellos cuya eficacia no ha sido probada, más allá del efecto placebo, y pueden acarrear daños desproporcionados, etc.
Precrire denuncia que el Yondelis (trabectedina), medicamento estrella de Zeltia, una sociedad que cotiza en la Bolsa Española, no ha demostrado eficacia alguna en el tratamiento del cáncer de ovario los sarcomas de tejidos blandos, y el paciente corre además el riesgo de sufrir efectos secundarios graves muy frecuentes, de carácter digestivo, hepático y hematológico.
En Dermatología y Alergología, la asociación, que solamente vela por el cuidado de los pacientes, ataca el Protopic, utiizado en el cuidado de eczemas, por considera que entraña riesgos desproporcionados de linfomas y cánceres cutáneos. El antihistamínico,Primalan, de eficacia modesta en el tratamiento de las alergias, expone más que otros al riesgo de taquicardias.Por último, advierte contra el Fenergan, prescrito para tratar urticaria severa.
En todos los casos de denuncia se ofrece una alternativa mejor, aquí solamente informamos de los criticados de uso en España, a los cuales el ministerio de Sanidad mantiene en el mercado. En Gastroenterología, el Motilium y otros que contengan el principio activo, domperidona, genera excesivo riesgo para el tratamiento de nauseas, vómitos y reflujo. En la misma línea, no considera beneficioso por el riesgo que conlleva de problemas cardiovasculares, al Resolor.
Los diabéticos debieran evitar los que llevan gliptinas, como el Ongluza, Januvia, Xelevia y Galvus, sin eficacia clínica demostrada sobre las complicaciones de la enfermedad, y por el contrario con un perfil de efectos no deseados como pancreatitis, hipersensibilidades y problemas inmunológicos.
A los amantes de las dietas, les desaconseja el Orlistal y Xenical, con efectos de pérdida de peso no muy relevantes y solo a corto plazo. No compensa para el riesgo asumido.
En antibióticos, Prescrire deja fuera a Ketek e Izilox, por no ser ninguno de ellos más eficaz que los ya ampliamente probados y tener unos efectos secundarios indeseables.
La lista es excesivamente larga para cubrirla en este artículo, y todo los lectores pueden acceder al informe completo gratuitamente (“Pour mieux soigner : des médicaments à écarter” Rev Prescrire 2013 ; 33 (352) : 138-142. (pdf, accès libre). Por su uso masivo, diremos que en materia de analgésico y antiinflamatorios, Precrire es rotundo en recomendar el Paracetamol y el Ibuprofeno. Dejando fuera una amplia lista por diferentes motivos, Celebrex, Feldene, Acupan y otros.
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