“En la medida en que no existe aún una metodología científicamente acreditada de contabilización de las emisiones ILUC (cambio indirecto del uso de la tierra) de los biocarburantes procedentes de materias primas cultivadas, aceptamos que sus emisiones no se tengan en cuenta todavía por la Comisión Europea. No obstante, existe incertidumbre sobre la sostenibilidad de los biocarburantes producidos a partir de todo tipo de cultivos por lo que mantener en estas circunstancias el objetivo del 10% de energías renovables en el transporte en 2020, fijado en la directiva comunitaria, podría equivaler a promover biocarburantes no sostenibles”, afirma en un documento la Unión de Petroleros Independientes (UPI), que controla aproximadamente el 10% del mercado de distribución de carburantes en España.
Desde la UPI han analizado para La Celosía los proyectos legislativos europeos que afectan a sus asociados y respecto de los cuales, la Unión Petroliere Europeenne Independante (UPEI), de la cual es miembro, está llevando a cabo distintas actuaciones en defensa de intereses comunes. “Estamos en proceso de adaptar las directivas comunitarias a España”, señala María Ortiz López-Cámara, secretaria general de UPI. La organización española precisa que cuanto antes debe establecerse una metodología fiable estimativa de las emisiones ILUC para no perjudicar inversiones y empleos y con el fin de que se puedan adoptar decisiones empresariales a largo plazo. También reconoce que existe un impacto probado de los biocarburantes procedentes de cultivos alimentarios sobre los precios de los alimentos por lo que le parece lógica la limitación propuesta.
La posición de Consejo Europeo es la de limitar al 7% los biocarburantes de cultivos alimentarios o convencionales para 2020, un 0,5% indicativo para los avanzados y no tomar en consideración el cambio indirecto del uso de la tierra en el cómputo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La del Parlamento Europeo es la de establecer un tope del 6% a los biocarburantes fabricados a partir de los cultivos más destinados a la producción de energía, un sub-objetivo del 1,2% de biocarburantes avanzados a la vez que múltiples cómputos para diferentes tipos de biocarburantes.
La calidad de carburantes en discusión en Europa
Sobre la transposición de otra directiva referida a la calidad de carburantes, UPEI y otras asociaciones europeas han denunciado falta de transparencia hacia los representantes de los sectores implicados. El problema que planteaba el art. 7 bis era que una metodología estricta de cómputo de emisiones podía afectar a la competitividad del refino europeo a la hora de exportar en la medida en que suponía vetar a determinados crudos menos ecológicos pero también menos costosos. Además podía afectar indirectamente a la competitividad de la economía europea. Las asociaciones europeas implicadas consiguieron finalmente, como fórmula única, unos valores estándar medios que se pueden considerar aceptables.
Por lo que respecta a la obligación de informar sobre el origen del combustible suministrado, el lobby UPEI consiguió la inserción de una cláusula indicando que esta obligación sólo se exigirá si la información está disponible. En cuanto a la obligación de informar sobre el lugar de compra del combustible suministrado, no existe una cláusula similar (aunque si una exención para las PYMES) y UPEI está tratando de neutralizar igualmente esta obligación con el siguiente argumento: cuando el suministrador obtiene el producto directamente de refinería, está en condiciones de informar al respecto pero cuando la cadena de suministro se vuelve más compleja y el transporte y almacenamiento no son diferenciados, lo cual ocurre la mayoría de las veces, al no existir un mecanismo de trazabilidad, la obligación resulta imposible de cumplir.
Estandarización del etiquetado de carburantes
En las próximas semanas, se va a crear un nuevo Comité Europeo de Normalización para la estandarización del etiquetado de carburantes y en el cual UPEI va a participar. UPEI estima que el grado de ambición de la Comisión Europea sobre este tema es realista. La Comisión Europea transmitirá a dicho comité unas directrices que se espera se centren en facilitar a los consumidores el reconocimiento de los principales tipos de carburantes y su compatibilidad con el vehículo. Se buscarán requisitos compatibles con los nacionales y los que las empresas pongan en práctica para promover su marca.
Las renovables aportarán casi el 100% del aumento de la generación en los países desarrollados