En el campo de la sociología política, hay consenso en torno a la idea de que el modelo español de participación cívica es de tipo bipolar. Somos una de las democracias europeas con niveles más bajos de movilización convencional (medida por los índices de asociación, afiliación, pago de cuotas, aportación de trabajo voluntario, asistencia regular a reuniones, etcétera) mientras que en cambio exhibimos los índices más elevados de movilización no convencional: manifestaciones callejeras, protestas populares, boicot al consumo…Artículo completo.