El bronceado artificial ha alcanzado un ritmo alarmante entre los jóvenes norteamericanos. En Twitter han evaluado la frecuencia de menciones de bronceado en los Estados Unidos. En dos semanas mencionaron el bronceado artificial 154.496 tuits; es decir 7,7 por minuto. Los expertos de esta red social evaluaron la frecuencia de menciones de bronceado en interiores y riesgos para la salud. Utilizaron la interfaz de programación de Twitter Streaming de Aplicaciones (API) para recoger en tiempo real todos los tweets (lenguaje inglés) mencionando el bronceado en interiores, cabina de bronceado, salón de bronceado, cama solar o la lámpara solar.
En las dos semanas secuenciadas y analizadas, más de 120.000 individuos registraron al menos un tweet mencionando el bronceado en interiores, lo que podría llegar a más de 100 millones de individuos. Entre estos tweets, un porcentaje muy pequeño se refirió a los riesgos de salud asociados con el bronceado artificial, como cáncer de piel. Los expertos recomiendan utilizar Twitter y otras redes sociales y plataformas online para comunicar mensajes de salud y desarrollar campañas de prevención del cáncer eficaces.
Los usuarios de cabinas expuestos al cáncer de piel
Las cabinas de bronceado están catalogadas como agente carcinogénico por la International Agency for Research on Cancer (IARC), advierte la Academia Española de Dermatología y Venereología. El nivel de radiación UVA puede ser hasta 10 veces superior al de un día soleado en el Mediterráneo. A largo plazo la radiación ultravioleta puede resultar perjudicial pero de forma controlada se puede obtener un beneficio terapéutico. En dermatología se emplean equipos de fototerapia (dispositivos de radiación ultravioleta artificial) para el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias (psoriasis, eccema, vitíligo) e incluso linfomas cutáneos (micosis fungoide), pero esta exposición está controlada por personal médico, por lo que no se puede comparar con el uso de cabinas de bronceado. El principal factor de riesgo evitable para la mayoría de los cánceres de piel es una sobre exposición a la radiación ultravioleta (ya sea natural-sol- o artificial-cabinas de bronceado-), inapropiada al tipo de piel. Hay factores genéticos que no se pueden modificar, como son el tipo de piel (mayor o menor capacidad para broncearse), tendencia a desarrollar nevus-lunares-, y determinadas mutaciones que predisponen a padecer tumores, aún en ausencia de una exposición solar excesiva.
Mayores de 50 años y jóvenes en situación de riesgo
Los tumores se desarrollan cuando se rompe el equilibrio que existe entre el daño producido y la capacidad de reparación. Existen diversos mecanismos de defensa, el más visible es el aumento de pigmento (bronceado) tras la exposición. Las personas que se broncean con facilidad tienen una buena maquinaria defensiva, no así las que apenas se broncean, que tienen más riesgo para
desarrollar cáncer de piel. A nivel molecular hay una compleja red de vías de reparación en respuesta al daño que se produce en el ADN (genes). Con el paso del tiempo toda esta maquinaria se vuelve menos eficaz; aparte la inmunidad (defensas) también se ve dismunída y por ello el cáncer de piel es más frecuente en mayores de 50 años. No obstante, cada vez se diagnostican más casos en personas jóvenes por los hábitos poco saludables de exposición solar intensa en cortos periodos.
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