El negocio del cigarrillo electrónico ya tiene cifras aportadas por su patronal, una organización denominada Unión de Promotores y Empesarios del Vapeo (UPEV), que ha celebrado recientemente su asamblea anual. Aunque con un crecimiento progresivo, un 28% el pasado año, todavía la facturación es baja, 71 millones de euros de facturación con un canal especializado de distribución de 400 tiendas y un número de usuarios habituales de 450.000 personas, número que se antoja quizás excesivo, y del que esta organización patronal sostiene que en su ‘práctica totalidad’ han abandonado el tabaco con el usos de estos dispositivos.
El convencimiento social de que este último mensaje sea cierto es clave para impulsar esta industria. En la batalla por conseguir la credibilidad de que merece la pena cambiar el paquete de tabaco por el kit del cigarrillo electrónico, fumar por vapear, la debutante patronal se ha buscado un aliado reseñable, una red de médicos y sanitarios que apoyan el vapeo y los cigarrillos electrónicos, MOVE por sus siglas en inglés.
Esta red cuenta con 477 profesionales del sector médico (farmacéuticos y biólogos también participan) de 37 países en el que curiosamente son los españoles quienes conforman el mayor grupo de apoyo, con más de 80 nombres inscritos. Hay que destacar también en Move a Carmen Escrig, bióloga que ha trabajado como investigadora en el INIA y que es presentada como consejera científica y fundadora de la plataforma europea European Free Vaping Initiative y la UPEV.
Además, la otra pata del lobby, una Asociación Española de Usuarios de Vaporizadores Personales (Anesvap), figura como uno de los apoyos de la internacional MOVE. La patronal reclama al gobierno español que consideren al cigarrillo electrónico como una herramienta a potenciar en las políticas antitabaco. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acaban de recomendar a los ciudadanos que no consuman dispositivos susceptibles de liberación de nicotina, como es el caso de los cigarrillos electrónicos, ni los que utilizan el tabaco sin combustión, por calentamiento. La Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial de sanidad ha advertido de la existencia de riesgos por lo que aconseja evitar el consumo de estos productos. El Gobierno de Rajoy reguló el año pasado los cigarrillos electrónicos.
Un informe inglés da alas a los lobbies del vapeo
Lo lobbies citados tratan de aprovechar un informe publicado por la autoridad sanitaria inglesa en el que destaca que el vapeo sólo entraña una pequeña fracción del riesgo de fumar tabaco y dejar éste hábito por el vapeo del cigarrillo electrónico conlleva un claro beneficio para la salud. Además, el citado informe inglés cifra en 20.000 personas las que sustituyen anualmente el tabaco por el vapeo y los cigarrillos electrónicos se asocian con un mejor resultado cuando se intenta dejar de fumar.
La citada Carmen Escrig ha valorado muy positivamente este informe inglés y asegura que las autoridades españolas deben fijarse en él para reforzar sus esfuerzos contra este problema de salud pública mundial.