Investigadores de la Universidad de Minnesota han conseguido la proeza de producir un ojo biónico con una impresora en tres dimensiones. El ojo está compuesto de una cúpula de vidrio sobre la que se han impreso en 3D unos fotodiodos en polímero semiconductor. Estos elementos permiten captar la luz y convertirla en electricidad para transmitir la información al cerebro y que éste reconstruya la imagen.