“Somos conscientes de la influencia de la UE en muchos de nuestros mercados y esperamos ser capaces de proporcionar la experiencia del mundo real; de cómo algunas de las políticas de la UE afectan a nuestros clientes y negocios”, confiesa Walmart, el gigante de la distribución de Estados Unidos. Lo hace en la ficha –publicada ayer, uno de junio- en la que explica las motivaciones de su inscripción en el registro de lobistas de Bruselas. En la misma subraya que, de momento, no ha contactado o interactuado con funcionarios de la comisión de la UE o miembros del Parlamento Europeo.
Walmart reconoce, sin embargo, que su filial británica Asda, adquirida en 1999 -hasta el momento la única enseña de su propiedad en Europa- “probablemente ha tenido algún tipo de interacción” con las autoridades comunitarias. Asda, una cadena de distribución fundada en Yorkshire en 1965, es actualmente la segunda más importante del Reino Unido, detrás de Tesco y por delante de Sainsbury’s. La filial británica para sus acciones de lobby en la UE ha contratado a la consultora británica Strategis Communications, de cuyo equipo forma parte el español Diego Spottorno Vergara.
El gigante norteamericano vigila
que no le perjudique Bruselas
De momento no se conocen planes de expansión hacia otros países de la UE por parte del gigante norteamericano. “Estamos observando las iniciativas y el trabajo del nuevo presidente (se refieren a Jean Claude Juncker) y de la Comisión Europea”. Además de los temas relativos a la distribución comercial, el gigante americano vigila la estrategia comunitaria sobre el mercado único digital; la legislación referente a la protección de datos y todo lo referente al cambio climático. “También somos conscientes del papel del Parlamento Europoeo”, subraya la multinacional en las explicaciones dadas al registro de Bruselas. Wal-Mart con una fuerte implantación en el comercio electrónico -cuyo crecimiento depende del resultado de las negociaciones del TTIP entre Estados Unidos y la Unión Europea- trata de implementar las ventas online en los países comunitarios.
“Nuestra entrada en el registro de transparencia de la UE es un procedimiento estándar y no tenemos ninguna información adicional”, es la respuesta que ofrece a La Celosía, Marilee McInnis, responsable de Asuntos Corporativos Internacionales de Walmart, desde el cuartel general de la compañía en Bentonville (Arkansas). En 2006, el Fondo soberano noruego retiró su inversión de Wal-Mart por el maltrato continuado a los trabajadores que calificó de ‘groseramente inmoral’