El ministro Wert, el de la contrarreforma antieducativa, además de no cejar en su empeño de españolizar a los alumnos catalanes tampoco descansa en cuanto a “reconfesionalizar” la escuela. Menos mal que accedió al gobierno como sedicente liberal, del que podía esperarse una política neoliberal, pues si llega a entrar en el ejecutivo como neoconservador habría restaurado los ejercicios espirituales para el alumnado de la católica España, una, grande y dizque libre…Artículo completo.