L.C.
Horas después de su renuncia, el comisario europeo de Salud y Protección de los consumidores de la Unión Europea, el maltés John Dalli era entrevistado por una emisora de televisión. Dalli asegura durante la entrevista, que se puede ver aquí, que no hay evidencias en su contra, pero que dimite para facilitar la investigación en curso. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aceptó ayer su dimisión después de que la Oficina Antifraude Europea (OLAF) concluyese que Dalli estaba al corriente de los contactos del alcalde nacionalista diputado de Sliema, Silvio Zammit, con una compañía tabaquera, revelados por un diario maltés.
La denuncia contra la ilegal y reprochable actividad de Dalli fue formulada, en mayo de 2012, por el productor de tabaco, Swedish Match. La empresa alegó que un empresario maltés había utilizado sus contactos con el comisario para tratar de obtener ventajas financieras de la empresa a cambio de tratar de influir en una posible futura propuesta legislativa sobre los productos del tabaco, en particular, sobre la prohibición de las exportaciones de la UE sobre el snus.
El informe de la OLAF señala que no hay “evidencias concluyentes” de que Dalli recibiera un soborno de la compañía tabacalera maltesa a cambio de proponer una legislación que le fuera favorable, aunque sí queda claro que “estaba al corriente” de los contactos, informó la Comisión Europea en un comunicado. Dalli ya fue objeto de investigación, según ha sabido La Celosía, por su comportamiento incorrecto en la reforma del proceso de autorización de los organismos genéticamente modificados (OGM), los populares transgénicos.
“La Comisión debe verificar los riesgos que pueden presentar los OGM para la salud y el entorno y mientras esto no se hace, ningún OGM debe ser autorizado en Europa “, señaló ante el caso Greenpeace. La multinacional Monsanto, líder en cultivos transgénicos, está siendo investigada. La caída de John Dalli abre la veda contra su peculiar forma de actuar.
Un dossier sobre sus actividades empieza a circular en Bruselas. Hay al menos dos acusaciones de nepotismo de su época como político maltés. Unos billetes de avión para la empresa de su hija y una licitación para equipamiento hospitalario. En la década de 1990, por ejemplo, el Partido Laborista acusó a Dalli de vender un banco nacional “en secreto”.
El ex comisario Dalli acusa de perjurio al jefe de la OLAF que le investigó en un soborno