El gobierno británico quiere seguir involucrado en el programa Galileo y negociar su continuidad con la Comisión Europea. Pero si no hay garantías de que la industria del país puede colaborar en igualdad de condiciones, ahora y en el futuro, se verá obligado a finalizar su participación en el proyecto y crear una alternativa al satélite Galileo, según ha confirmado Greg Clark, Secretario de Negocios. Su objetivo es hacer funcionar un sistema de satélite independiente que contempla una inversión inicial de 92 millones de libras.
España participa en Galileo a través de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Unión Europea, aportando cerca del 9% de su presupuesto total. Una docena de empresas españolas están implicadas en este proyecto , entre las que se encuentran Indra, Sener y Tecnalia. Con la puesta en órbita de cuatro nuevos satélites la constelación Galileo ya cuenta con 26 en el espacio.
La industria del Reino Unido ha sido clave en el desarrollo de la tecnología y el cifrado de Galileo, y esta experiencia se puede utilizar para desarrollar la alternativa, con contratos millonarios para las compañías espaciales británicas. El gobierno de las islas también amenaza con su retirada si no cuenta con acceso a la información necesaria relacionada con la seguridad para confiar en Galileo para funciones militares como la orientación de misiles.
El liderazgo de la Agencia Espacial de UK
La Agencia Espacial del Reino Unido lideró esta fase del trabajo para buscar opciones para un Sistema Británico de Navegación por Satélite Global, que cumpliría totalmente con los requisitos de seguridad del Reino Unido y respaldaría los sectores de espacio y criptografía soberanos del Reino Unido. Esta es una nueva inversión que tiene funciones técnicas específicas con el Ministerio de Defensa que desempeña un papel completo de apoyo. El proyecto de 18 meses de ingeniería, diseño y desarrollo recibió una evaluación técnica detallada y un calendario de un sistema de posicionamiento global del Reino Unido.
La industria espacial de Gran Bretaña va viento en popa, según la propaganda gubernamental. Hace una semana se lanzó a la revolución espacial nave espacial Aeolus de medición eólica construida por la Agencia Espacial Europea (ESA). Fueron construidos por Airbus Defence and Space en Stevenage y otras empresas británicas en la entrega de elementos críticos para la misión, incluida una cámara, software y sistemas de propulsión.