La división de Mercados Financieros de Blackrock se ha adjudicado el contrato de la Comisión Europea para el desarrollo de herramientas y mecanismos que afectan a la banca. Su objetivo es integrar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en los procesos de gestión de riesgos de los bancos de la UE y en las estrategias comerciales y políticas de inversión de los bancos. Desde la organización Finance Watch, que vigila el comportamiento del sector financiero, denuncian un posible conflicto de intereses del administrador de activos más grande del mundo al hacer recomendaciones sobre el tratamiento prudencial de las instituciones bancarias.
“El mandato de la Comisión Europea está siendo ejecutado por nuestra unidad de Asesoría de Mercados Financieros, que está separada de nuestro negocio de gestión de inversiones”, explica a La Celosía Ryan O’Keeffe, Jefe de la oficina de Blackrock para Europa, Oriente Medio y África (EMEA). BlackRock estableció la Asesoría de Mercados Financieros (FMA) durante la crisis financiera de 2008 para asesorar a los gobiernos, los bancos centrales y a instituciones financieras de todo el mundo. Fue creado como un negocio distinto dentro de la empresa, separado e independiente del negocio tradicional de gestión de activos. Desde entonces esta división ha crecido para ofrecer una amplia gama de servicios para instituciones tanto del sector público como privado.
El propósito del contrato adjudicado es proporcionar a la Comisión Europea información para facilitar el logro de los siguientes objetivos:
– Integrar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en los procesos de gestión de riesgos de los bancos de la UE
– Integrar los riesgos ESG en la supervisión prudencial de la UE y en las estrategias comerciales y las políticas de inversión de los bancos de la UE.
Las finanzas verdes y la inversión sostenible
El adjudicatario deberá realizar, entre otras tareas, un análisis de los impedimentos para el desarrollo de un mercado de la UE que funcione para las finanzas verdes y la inversión sostenible. También debe abordar la identificación de instrumentos y estrategias para promover la ampliación de las finanzas verdes y del mercado de productos financieros sostenibles.
“Nos preocupa que el liderazgo ambicioso sobre finanzas sostenibles de la Comisión Europea pueda verse afectado por este nombramiento oportuno y mal considerado de BlackRock como asesor sobre la integración de los factores ESG en la regulación bancaria. BlackRock es claramente juez y jurado en este problema. Seguramente debe haber un camino para cancelar esta decisión”, señala Benoît Lallemand, secretario general de Finance Watch.
Finance Watch denuncia la incoherencia técnica de esta adjudicación. Argumenta que BlackRock es uno de los críticos más duros del enfoque de la UE para las finanzas sostenibles. También denuncia que solo le interesa el impacto financiero que el cambio climático tendrá en las cuentas de las empresas mientras que la Comisión Europea considera esencial tanto el impacto financiero que el cambio climático tendrá en las cuentas de las compañías como el impacto que las compañías tendrán en el medio ambiente y sobre el cambio climático.
BlackRock ha declarado que tiene el 6,3% de BBVA y el 5,9% de Santander, lo que le convierte en el principal accionista de los dos mayores bancos españoles por capitalización bursátil.